Comienza la carrera hacia la presidencia mexicana
Por primera vez en la reciente historia de México, un político que no forma parte del Gabinete ha entrado en la carrera presidencial como aspirante a la nominación del PRI (Partido Revolucionario Institucional). Se trata del ingeniero Jorge Díaz Serrano, director general de la compañía petrolera estatal Pemex y estrecho colaborador del actual presidente, José López Portillo.Dos años antes de que se produzca el relevo en el palacio presidencial de Los Pinos, se ha iniciado la lucha por la candidatura del PRI. Es esta la auténtica campaña electoral, la más dura y la que decantará el nombre del próximo presidente.La campaña oficial, que tendrá lugar en el segundo semestre del próximo año, es un mero trámite a efectos electorales, ya que nadie pone en duda que el próximo presidente saldrá una vez más del PRI, un movimiento político que cuenta con más de catorce millones de afiliados y que cubre un mapa ideológico que va desde la derecha dura hasta una izquierda de perfiles socializantes.
Hasta el último trimestre del presente año, el PRI entra en «estado de buena esperanza». Nada menos que siete candidatos pregonados por la Prensa batallan por el «destape». Durante casi nueve meses, cada una de sus palabras será cuidadosamente analizada.
Nada tiene que ver esta campaña interna con otras al uso europeo y, mucho menos, con las primarias norteamericanas. Aqui el voto popular no juega ningún papel en la elección del candidato del PRI, pero cada vez son más los que dudan de que el presidente pueda, como se pensaba, elegir a su antojo al sucesor.
Junto al director general de Pemex se han alineado en el portón de salida seis miembros del actual Gobierno: Miguel de Lamadrid, secretario de Programación y Presupuesto; Pedro Ojeda, de Trabajo; Jorge de la Vega, de Comercio; Javier García Paniagua, de Reforma Agraria; Enrique Olivares, de Gobernación, y David Ibarra, de Hacienda.
Antes de la nominación de López Portillo también se mantuvo hasta el final una lista de seis candidatos, de la que algunos incluso habían borrado ya al propio López Portillo. Uno de los aspirantes, al que muchos daban por seguro «destapado», incluso tenía ya impresa su propaganda electoral.
En la carrera presidencial de este año se había echado de menos un hombre que fuera estrictamente del círculo del actual presidente. A los seis ministros se les inscribe en los sectores de Echeverría, Moya o incluso de Díaz Ordaz. Se les sitúa cerca de los militares y del gran capital. Pero hasta la llegada de Díaz Serrano ninguno era citado expresamente como hombre del presidente.
Uno de los factores que pueden jugar contra el director de Pemex es su imagen de hombre próximo a Estados Unidos.
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