Gala, la mujer de Dalí, asistida en un hospital de París por fractura de costillas
El psiquiatra de Salvador Dalí, doctor Vidal Teixidor, declaró ayer desconocer los rumores según los cuales el matrimonio del artista de Cadaqués protagoniza frecuentes discusiones y enfrentamientos directos. El doctor Vidal Teixidor regresó de París y confirmó, por otra parte, que la esposa de Dalí, Gala, había tenido que ser asistida de diversas heridas en un hospital de París. Al parecer, la mujer de Salvador Dalí sufrió una caída de la cama en su habitación del hotel Meurice, de la capital francesa, donde reside la pareja desde finales del pasado año.
La esposa de Salvador Dalí, Gala Diakonoft, de 87 años de edad, fue asistida anteayer en el hospital americano de Neully, en París. La esposa del pintor sufre fractura de una o dos costillas, así como alguna otra lesión menor en brazos y en una pierna.El psiquiatra barcelonés de Salvador Dalí confirmó anoche el accidente momentos después de haber regresado de París, donde asistió al pintor.
La esposa del artista no fue escayolada, pero es posible que lo sea en los próximos días. Según ha mencionado el médico, la lesión de Gala estaría originada por una caída de la cama.
El psiquiatra desmintió que se hubieran producido actos violentos entre los esposos. No obstante, se refirió a la «agresividad» del famoso pintor. «La agresividad», dijo el doctor Vidal Teixidor, «de Salvador Dalí es conocida y puede dirigirse contra diversas personas, pero no creo que esta agresividad haya aumentado últimamente». Pese a estas manifestaciones, otras fuentes muy cercanas al pintor informaron a este diario de hechos que apuntaban en sentido contrario.
El doctor Vidal Teixidor manifestó que su paciente continuaba siendo tratado con antidepresivos y otras medicaciones. Otras fuentes indicaron que la enfermedad de Parkinson que aqueja al pintor se había agravado mucho en los últimos días. En efecto, el pintor fue visitado por el profesor Lermitte, uno de los más prestigiosos neurólogos franceses.
Una fuente muy próxima al pintor indicó que éste había mostrado en días pasados un ojo morado. La fuente indicó su sorpresa ante este hecho, que afectaría a una persona que debe permanecer la mayor parte del tiempo acostada.
Gala Diakonoff sostenía, hasta el mismo momento de su accidente, que el matrimonio debía dirigirse a New York, donde ella piensa visitar a su joven amigo Jeff Fenholdt. En cambio, Salvador Dalí prefería permanecer en París.
El secretario de Dalí, Enrique Sabater, titular de una fortuna personal muy superior a la del pintor, desea evitar el traslado del matrimonio a Estados Unidos, donde al parecer tendría algún contratiempo con alguno de sus diversos y complejos negocios. Este hecho produjo un distanciamiento entre Sabater y Gala, quien siempre se había caracterizado por apoyar incondicionalmente al secretario de su esposo.
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