Malestar del sector "crítico"por la imposición de un sistema mayoritario para elegir los órganos de dirección
El sector oficialista impuso ayer, tras largos intentos de negociación, una fórmula de elección del comité ejecutivo centrista por sistema mayoritario, que daría treinta puestos a la lista más votada y sólo cinco a la minoría. Los críticos parecen decididos a retirar sus candidaturas, a los órganos de dirección, y quizá a abandonar el congreso, si hoy no consiguen en el pleno una rectificación a dicho planteamiento en un sentido más proporcional. En cuanto a las ponencias aprobadas durante la jornada de ayer por el congreso de UCD, destacan una enmienda sobre el divorcio, en la que se excluye la posibilidad de que éste sea «por mero acuerdo», así como el mantenimiento de la incorporación de España a la OTAN, pero sin mencionar la fecha tope de 1983 que figuraba en el texto inicial.El sector crítico de Unión de Centro Democrático (UCD), en el que se integran las tendencias democristiana, liberal y algunos independientes, mostraba anoche un hondo malestar respecto al sistema de elección para el Comité Ejecutivo, impuesto por el sector oficialista, que prácticamente supone la imposibilidad de que la minoría obtenga más de cinco puestos en dicho órgano. Los críticos celebraron anoche varias reuniones relacionadas con la estrategia a seguir si hoy en el pleno de los debates, no logran una participación proporcional de sus representantes en el Comité Ejecutivo y en el Consejo Político del partido.Tras una amenaza de retirarse del congreso, que finalmente no se cumplió, los coordinadores de dicho sector se reunieron con Landelino Lavilla, destacado dirigente del mismo, quien resaltó los problemas que está padeciendo el país y la necesidad de utilizar un cauce legítimo, como es el congreso de un partido, para tratar de contribuir a resolver esos problemas.Los reunidos acordaron dar un voto de confianza a Landelino Lavilla para la formación de las listas del sector crítico, según afirma Europa Press. Otras fuentes indican que a primera hora de esta madrugada, la situación era confusa en Palma de Mallorca, y no se tenía seguridad sobre si los críticos participarán o no en la confrontación electoral.
En la tarde de ayer, la ponencia de estatutos, que debate el tema de los órganos de gobierno de UCD mantuvo inflexibles y aprobó las tesis del sector oficialista, en las que se declaran a favor de un sistema electoral del ejecutivo mayoritario y abierto, por el que los críticos sólo conseguirían cinco puestos, y los oficialistas, los treinta restantes.
El resultado de los trabajos de dicha ponencia, que discurrió en un ambiente tenso y dialécticamente duro, deberá ser ratificado hoy en el pleno del congreso, que fue aplazado anoche a la espera de que se consiguiera durante la pasada madrugada un compromiso integrador entre ambas partes. El presidente dimisionario del Gobierno, Adolfo Suárez, recluido en un despacho, dirigió ayer tarde las operaciones políticas del sector oficialista y las negociaciones que discurrieron en pasillos y salones cerrados, lo que ha impedido que los compromisarios pudieran participar en un debate político y abierto en cada una de las comisiones.
De todas maneras, en las ponencias aprobadas ayer han quedado ratificados aspectos claves de la ubicación ideológica y de la estrategia política del partido centrista. Líneas maestras que incidirán en la formación del nuevo Gobierno, que deberá presidir Leopoldo Calvo Sotelo, y del que circulaban numerosas listas por la sede del congreso, aunque ninguna de ellas con credibilidad suficiente.
En estas líneas maestras se incluye un acuerdo consensuado sobre la posibilidad de que el nuevo Gobierno se articule con la «formación de mayorías parlamentarias estables a través de pactos de legislatura o de coalición». No se menciona aquí, como se hizo con anterioridad, a las llamadas «fuerzas afines» o de la derecha, dejando así abierta la posibilidad de un acuerdo con los socialistas.
En el plano de la política exterior destacó el hecho de que la incorporación de España a la OTAN, defendida por UCD, no incluye la fecha tope de 1983, como en un principio indicaba la ponencia de exteriores y como lo habían declarado con anterioridad los ministros Marcelino Oreja y Pérez-Llorca.
El tercer debate político más significativo discurrió en torno a la ley de Divorcio e indirectamente en el seno de la ponencia relativa a la familia. Aquí se aprobó una declaración en la que el partido centrista se declara contrario al divorcio por la causa «¿el mero acuerdo ». Esto, que en un principio provocó la confusión y la alegría de los antidivorcistas, no tuvo efectos posteriores, ya que se explicó luego que la ponencia del ministro Fernández Ordóñez se refiere «al consentimiento mutuo» como causa del divorcio.
El control del poder
A primeras horas de la noche de ayer, las discusiones políticas se centraron en tomo a la ponencia de estatutos y a sus resultados ya mencionados. El sector oficialista, dirigido por Adolfo Suárez desde su despacho, y representado en los pasillos por Rafael Calvo Ortega y Rafael Arias-Salgado, se mostraba inflexible ante las exigencias de los críticos y decidido a imponer sus posiciones de partida que dejarían en franca minoría a los disidentes.
Entre uno y otro lado han surgido todo tipo de mediaciones y de posibles fórmulas de compromiso. De entre ellas hay que destacar la patrocinada por Leopoldo Calvo Sotelo y Agustín Rodríguez Sahagún, candidatos respectivos a la presidencia del Gobierno y de la UCD, en busca de una solución de integración que evitará las tensiones y los riesgos de ruptura del partido. La propuesta de ambos se refiere a una Ejecutiva ampliada a un total de cuarenta 'Miembros (frente a los 35 actuales) en la que los críticos podrían obtener once puestos y veintinueve los oficialistas.
La nueva oferta respetaría la proporción actual de las fuerzas de uno y otro sector (en la votación de la mesa del congreso los oficialistas obtuvieron un 65% de los votos y los críticos el 35%) y permitiría a una y otra parte tener un margen de lugares lo suficientemente amplio para integrar en ellos a sus respectivas tendencias internas y personales, evitando roces.
Con esta oferta, Leopoldo Calvo Sotelo y Agustín Rodríguez Sahagún intentaban reagrupar el partido y conseguir un final del congreso con aclamación, por un lado, y una desahogada votación de investidura del presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados, por otro.
Esta oferta, que al parecer contaba con simpatías de uno y otro sector, no prosperó anoche. Algunos de los críticos consideran que la Ejecutiva no debe ampliarse y que la proporcionalidad debe aplicarse sobre los 35 puestos actuales. Por parte de los oficialistas se insiste en que los disidentes sólo deberán contar con cinco puestos en la ejecutiva.
En relación con el Gabinete del sustituto del presidente Suárez circularon ayer por los pasillos del congreso toda clase de listas y rumores, aunque sin ninguna consistencia. La formación de nuevo Gobierno sería, al parecer, sometida a discusión o aprobación de la, nueva ejecutiva que surga del congreso de UCD.
En relación con las listas al Comité Ejecutivo hay que señalar que en el sector oficialista permanecen a la cabeza Agustín Rodríguez Sahagún, Calvo Ortega, Adolfo Suárez y Calvo Sotelo. No parece que haya grandes cambios en las listas que han circulado en los pasados días sobre el resto de los componentes, en la que se integran hombres de Suárez, de Martín Villa y de Fernández Ordóñez. Por cierto que este último y el llamado sector socialdemócrata están muy preocupados por su futura ubicación en el próximo Gobierno.
En lo que al sector crítico se refiere, hay que señalar que Landelino Lavilla parece definitivamente dispuesto a participar en las candidaturas si es que éstas se presentan, acompañado de Ignacio Camuñas, Oscar Alzaga y el resto de las personalidades liberales y democristianas, a las que podría añadirse el ministro Marcelino Oreja como hombre independiente, que hasta ahora permaneció al margen de la mêlée.
De todas maneras, también en la configuración de ambas candidaturas permanecen abiertas todas las posibilidades de recambio a la espera de las negociaciones, que tanto en las cúspides como en el resto de los órganos directivos del partido, a escala nacional y regional, discurren por los pasillos del congreso centrista.
Ralizaron la información sobre el II Congreso de UCD, Miguel Angel Aguilar, Bonifacio de la Cuadra, Daniel Gavela, Sebastián García y Pablo Sebastián.
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