Los Reyes, recibidos con cordialidad y respeto en el País Vasco
Los Reyes iniciaron ayer su primera visita oficial a las tres provincias vascas dentro de un ambiente de cordialidad y respeto. Aunque no se produjeron grandes aglomeraciones de público durante el recorrido de la comitiva real, don Juan Carlos y doña Sofía recibieron a lo largo del día numerosas pruebas de afecto. El Gobierno y las instituciones vascos dieron la bienvenida a los Reyes en el aeropuerto de Vitoria, adonde llegaron, procedentes de Madrid, con una hora de retraso a consecuencia de la niebla. Las primeras contestaciones a la visita real, promovidas por Herri Batasuna y algunos partidos de la izquierda extraparlamentaria vasca, fueron abortadas por la policía. Hoy, los Reyes presiden en la Casa de Juntas de Guernica el acto político más importante del viaje. Herri Batasuna ha anunciado su presencia en el recinto.
La jornada de ayer se desarrolló en un clima de progresiva expectación popular, de cordialidad por parte del Gobierno vasco y de contestación desde algunos sectores de la izquierda abertzale. Precisamente en medios oficiales preocupaba ayer la posibilidad de que se produzcan en el curso del acto de Guernica (sesión conjunta del Parlamento vasco y de las Juntas Generales) incidentes que puedan romper el ambiente de cordialidad y respeto con que se han desarrollado los primeros actos de la visita oficial.Txomin Zuloaga, miembro de la mesa nacional de Herri Batasuna, indicó ayer que su coalición tiene la intención de hablar en el acto de Guernica, aunque matizó que en ningún momento serían ofensivos con el Rey. «Queremos, sin embargo», dijo, «que nuestra actitud no se confunda con la falta de educación».
La ciudad de Vitoria, sede del Gobierno vasco, fue la primera etapa del viaje real. Don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados del presidente Garaikoetxea, que acudió al aeropuerto, recibieron en el palacio de Ajuria Enea al Gobierno y a las instituciones vascos, y pudieron conversar con todos los representantes políticos, a excepción de los de Herri Batasuna.
Tras visitar la residencia de Los Olivos, sede de la representación del Gobierno central, los Reyes se trasladaron a la provincia de Vizcaya, visitando, primero, el acuartelamiento de la Policía Nacional en Basauri, y posteriormente, ya en Bilbao, el Gobierno Civil de Vizcaya, donde recibieron a las primeras autoridades provinciales. Mientras se desarrollaba este acto, jóvenes de la izquierda abertzale protagonizaron incidentes.
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