Un serio daño

( ... ) Consideramos que el aplazamiento del congreso de UCD y más aún sin especificar hasta hoy nuevos lugar y fecha para su celebración, constituye un serio daño a los intereses generales, mucho más serio de lo que parece. La reanudación, el día 10 de febrero, de la actividad parlamentaria vendrá lastrada por incertidumbres profundas sobre la estrategia y la identidad de los interlocutores válidos de UCD, con el consiguiente riesgo de paralizar la vida de las Cámaras. Los obispos darán a la publicidad su nuevo documento sobre el divorcio -la Conferencia Episcopal no estuvo afectada por la huelga de los controladores aéreos-, con el consecuente efecto distorsionador del desarrollo del congreso centrista, si hay que seguir dando crédito a los temores manifestados hace días por todos los sectores de UCD a este respecto. No queremos decir con todo ello que el Gobierno debió ceder a las presiones de los huelguistas de celo, sino que nos parece relativamente consistente «vestir» la decisión del aplazamiento con la apelación a los intereses generales.