Gran Bretaña revisa sus leyes sobre ininunidades sindicales

El ministro británico de Trabajo, Jim Prior, ha presentado un libro verde sobre inmunidades sindicales. El documento, exponiendo los pros y los contras de varias alternativas, pretende revisar las relaciones laborales en Gran Bretaña, pero su conclusión aparente es que más vale no legislar demasiado en este terreno, aunque por vez primera se introduce la posibilidad de una carta de derechos laborales, una novedad en EL PAIS.Jim Prior, con su ley sobre el empleo del pasado año, reguló algunos aspectos secundarios de las relaciones laborales, muy a pesar de los sectores más duros del partido conservador, posponiendo hasta ahora la discusión sobre las cuestiones fundamentales.

El libro verde explica las dificultades de hacer ilegales las huelgas organizadas por algunos grupos claves en los centros de trabajo. Sugiere asimismo un cambio en la ley sobre piquetes, aunque esto implicaría que la policía tendría que abandonar su tradicional neutralidad, y por tanto, añade el documento, estos cambios podrían ser «prematuros». El documento expone también las dudas sobre el cumplimiento forzoso de los acuerdos colectivos y apela a las medidas que resulten «educativas» más que obligatorias.

Por otra parte considera que, antes de introducir legislación sobre piquetes secundarios (es decir, piquetes entre otras empresas que surten a la que se encuentra en huelga), habría que examinar sus consecuencias generales sobre las relaciones laborales. El derecho al voto secreto, antes o durante una huelga, podría hacer que aumentase el número de huelgas no oficiales y el poder de los líderes no elegidos de estas huelgas.

Siendo partidario de la supresión de la sindicación obligatoria, el documento pone en duda, sin embargo, la eficacia de una ley que eliminará estas prácticas tradicionales, así como de la regulación por ley de las huelgas en servicios esenciales, que hasta ahora cubren sólo a la policía, a las fuerzas armadas y a los marinos mercantes

El libro verde examina la cuestión de una carta de derechos laborales que vendría a dar un carácter positivo a estos derechos, como en el resto de Europa, frente a las inmunidades negativas de que ahora disfrutan los sindicatos, que no son responsables por los daños y perjuicios causados a las empresas durante las huelgas. Estos derechos positivos, que serían una novedad en el panorama laboral británico, incluirían el derecho a la huelga (hasta ahora la inmunidad protege a los sindicatos e individuos que «organizan huelgas») y al cierre patronal. Los efectos de estas caritas de derechos pueden ser puestos en tela de juicio, indica el documento, aunque vendrían a simplificar y clarificar las relaciones laborales en el Reino Unido.