Duros ataques de intelectuales comunistas a la dirección del PCE
El duro manifiesto leído anoche por Jaime Sartorius, en representación de la ex organización de abogados de Madrid del Partido Comunista de España (PCE), y el no menos duro discurso de Martín Medén, portavoz de la agrupación de radio y televisión, en la inauguración de la primera asamblea de intelectuales, profesionales y artistas convocada por el PCE, pusieron de manifiesto el malestar existente entre este sector de militantes comunistas.Santiago Carrillo, secretario general del partido, escuchó impertérrito, aunque con gesto de preocupación, cómo se acusaba a los actuales métodos de dirección del partido de «burócratas y antidemocráticos», y cómo se le espetaba que en los últimos años el PCE «ha cerrado los cauces de participación de los intelectuales».
La mayor parte de los intelectuales que tomaron la palabra expresaron el deseo de que el PCE vuelva a implantar las desaparecidas organizaciones profesionales y atacaron a la dirección del partido, excepto dos de ellos, que intervinieron al final de la asamblea en forma mucho más moderada. De poco sirvió la autocrítica efectuada por Simón Sánchez Montero, que fue el primero en reconocer la no eficacia de la desaparición de las organizaciones profesionales y su transformación en agrupaciones de barrio (territoriales).
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Sánchez Montero atribuye los malos resultados de CC OO a los errores cometidos con intelectuales y profesionales
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Sánchez Montero habló de errores involuntarios, que se habían traducido en un notable descenso de la militancia y en la falta de participación en la lucha política por parte de los intelectuales. Sin embargo, pese a criticar la política de territorialización dijo que seguía pensando que era Justa, aunque admitió que el PCE no supo hacerla de la manera más conveniente: «Al suprimir las organizaciones profesionales e incluir a sus miembros en las agrupaciones territoriales», dijo Sánchez Montero, «lo hicimos de manera tan precipitada que muchos de estos militantes se quedaron en la cuneta y otros no se vieron realizados dentro del partido».
Otro de los errores a los que aludió el citado dirigente comunista fue el «no haber sabido ver a tiempo que los profesionales y técnicos de Comisiones Obreras tienen intereses que, aunque no son contrarios a los de la clase obrera, si son particularmente diferenciados. Este error», continuó, «nos ha costado los peores resultados obtenidos por CC OO en las últimas elecciones sindicales».
A pesar de todo ello, Martín Meden dijo que la intervención de Simón Sánchez Montero le había causado una profunda decepción, «porque yo pensaba que iba a ser autocrítica sobre las nefastas repercusiones de la política de territorialización y aquí no seha presentado ninguna ponencia en este sentido». (Hay que destacar que de los aproximadamente treinta minutos que duró el discurso inaugural de Sánchez Montero, tan sólo los últimos cinco estuvieron centrados en los problemas específicos de los aproximadamente mil asistentes a la asamblea. El resto lo dedicó a repasar la actual política nacional e incidir en los problemas del paro, la crisis económica y las autonomías).
Martín Meden añadió que en el PCE se habían cerrado los cauces de participación de los profesionales en el partido y denunció asimismo que la agrupación de radio y televisión había enviado un documento sobre el conflicto y posterior cierre del diario Mundo Obrero para su debate en el comité central, y que dicho documento fue «hurtado al debate de este pleno por José María González Jerez, actual director del semanario, y sobre el que curiosamente nosotros pedíamos su dimisión».
El representante de los profesionales de radio y televisión finalizó su intervención pidiendo mayor democracia interna para lograr superar la crisis actual del PCE e hizo una clara alabanza a los métodos democráticos con que se ha desarrollado el V Congreso del PSUC, «aunque algunos de los que están aquí», dijo, refiriéndose a Sánchez Montero y Santiago Carrillo, «se hayan rasgado las vestiduras por ello».
Las palabras de Martín Meden fueron muy aplaudidas por los asambleístas, que no hicieron caso de la recomendación del responsable de política cultural del PCE, José Sandoval, de «no convertir esta asamblea en algo parecido a un partido de fútbol».
Falta de iniciativas
El manifiesto leído por Jaime Sartorius, en representación de la desaparecida organización de abogados de Madrid, y avalado por sesenta firmas, criticó al PCE por «adoptar con frecuencia posiciones expectantes, sin presentar iniciativas y propuestas capaces de movilizar al conjunto de los ciudadanos», en unos momentos de difícil situación política, económica y social, tanto a nivel nacional como internacional. A este reproche se le adelantó Simón Sánchez Montero, al hacer hincapié en su discurso en que otro de los errores del partido había sido «no haber sabido combinar adecuadamente la lucha en las instituciones democráticas con la actividad en la calle, con los movimientos de masas». A modo de ejemplo, Sánchez Montero había recordado a los asistentes que Santiago Carrillo se encontraba en esos momentos a la cabeza de una manifestación de trabajadores de Madrid, en demanda de sus reivindicaciones (Carrillo llegó aproximadamente a mitad de la asamblea).
Jaime Sartorius incidió asimismo en la falta de democracia interna con estas palabras: «La contradicción entre un discurso democrático y una práctica burocratizada han supuesto la pérdida de credibilidad social en nuestro proyecto político, provocando asimismo el desánimo y la confusión en nuestras propias filas».
Críticas a Carrillo
Quizá la crítica más dura a la política de Santiago Carrillo la hizo el portavoz de los abogados, al decir que ellos se reafirmaban en la política eurocomunista del partido, «pero sin que ello signifique identificación con la política adoptada por el PCE durante los últimos años». El abogado Sartorius propuso, como conclusión, la discusión de la política seguida por el PCE hacia los intelectuales, profesionales y artistas.
Al finalizar la asamblea, Simón Sánchez Montero dijo a EL PAÍS que este tipo de intervenciones le parecían muy positivas, «porque servirán para corregir nuestros errores y para elaborar la línea de actuación del partido para con los intelectuales de cara al X Congreso».
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