España debe estar asociada a la reforma, actualmente en curso, de las Comunidades Europeas

España debe ser asociada rápidamente a la redifinición en curso de las instituciones y de varias políticas de las Comunidades Europeas. Esta ha sido una de las conclusiones generales del debate hispanofrancés que sobre el proceso de integración de España en la CEE han organizado en Madrid el Consejo Feaeral Español del Movimiento Europeo y la Organización Francesa del Movimiento Europeo.A lo largo de dos días, destacados especialistas de uno y otro país se han reunido en la capital española en un marco europeísta y políticamente favorable al ingreso de España en la CEE. En las conclusiones adoptadas al término de los debates, destacan las que surgieron de las ponencias que Miguel Martínez Cuadrado y Pascal Fontaine presentaron en los debates. En ellas se señala que es necesario mejorar «el clima bilateral» hispano-galo para el buen discurrir de la negociación.

En estas conclusiones se hace un llamamiento a la unión política europea y se declara la necesidad de que la CEE de los doce profundicé en las cuestiones de la defensa ,europea, «que, como tal, no puede concebirse al margen de la solidaridad occidental». Esta alusión a la OTAN, impuesta curiosamente por el francés Fontaine, aparece un tanto fuera de lugar y de las tradicionales responsabilidades del Movimiento Europeo.

En el plano económico, Carlos Díaz Eimil y Josep Lajuguie debatieron los pros y los contras del impacto de la adhesión. Los españoles insistieron en que todo es negociable y los actierdos posibles, y los franceses estuvieron descoriffados y proteccionistas. Prueba de ello es que en las conclusiones se alude a la necesidad de instalar en la negociación períodos transitorios variables y cláusulas de salvaguardia. Asimismo, en este capítulo hubo acuerdo para que se mantenga el ritmo actual de negociación. Por último, fueron Víctor Pérez Díaz y Charles Cortot quienes protagonizaron el debate social, en cuyas conclusiones se subrayó la necesidad de que en la CEE, y tras la ampliación, se mantenga el derecho a la libre circulación de trabajadores y que, a la espera de la firma del tratado de adhesión, España refuerce sus acuerdos bilaterales laborales.

Francia al fondo

En todo el debate hubo numerosas intervenciones, tanto pqr la parte francesa como por la española. De todas ellas la más significativa fue la del europeísta Jaime Miralles, quien, ante las reticencias económicas presentadas por Francia, puso el dedo en la llaga preguntándose si detrás de este contencioso no estaba el problema de las elecciones presidenciales francesas.En el acto de clausura de las jornadas tomó la palabra el presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo, Fernando Alvarez de Miranda, quien se espera que el próximo sábado sea nombrado vicepresidente de la organización internacional europeísta.

El acto fue cerrado por el ministro de Relaciones con la CEE, Eduardo Punset, quien dijo que la incorporación de España a la CEE es tarea nluy delicada («Es como impedir que se derrame un vaso de agua en un barco en una noche de tormenta dijo, poético, el ministro catalán). Punset no quiso echar culpas a Francia, sino más bien justificarlas, afirmando que no es que haya paises que se oponen más que otros al ingreso en la CEE, sino que ello causa más problemas a unos que a otros.

Por último, el ministro se declaró partidario de una negociacion paralela Madrid-Paris de Gobierno a Gobierno, al margen y a la vez que la que se debe articular con las instituciones comunitarias