Intoxicación frustrada
Desde que está en la presidencia Alfonso Cabeza, el Atlético siempre es noticia. En Almería ha quedado un buen enfado contra el equipo, a pesar de que perdió. La razón es que el Atlético no quiso probar la comida ni el desayuno del hotel, sino que acudió a comer y cenar a un restaurante, tras reserva hecha con poca antelación y sin avisar que se trataba del Atlético.La razón era que en el club se habían recibido durante la semana pasada llamadas anónimas según las cuales en Almería existía la amenaza de intoxicar al equipo a través de la comida. Si tomó estas precauciones el Atlético, evidentemente es porque creyó que algo podía haber.
Pero mucho miedo tampoco existiría, puesto que viajaron veintisiete personas, muchas más de las necesarias. Si de verdad llega a producirse la intoxicación, no se salva ni el apuntador. El Atlético, en plena euforia, no repara este año en gastos y se lleva de viaje a casi todo el equipo dirigente.
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