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Uruguay y Brasil disputan hoy la final del "Mundialito"

Las selecciones de Uruguay y Brasil disputarán esta noche la final de la Copa de Oro. Para ambos equipos es muy importante ganar el Mundialito, porque el triunfo les devolvería el crédito perdido entre sus aficiones y en el fútbol internacionales. Sin embargo, se tiene conciencia de que esta Copa de Oro, por más que hayan participado equipos siempre punteros en el pleito eurosuramericano, no es el Mundial.

Tras las jornadas de descanso previas a la final, ha habido lugar a polémicas declaraciones. Si el jueves fue Menotti quien se las tomó con los alemanes por no haber puesto todo en la cancha para vencer a Brasil, ayer fue Maradona quien se despachó a gusto contra todo y contra todos. Su actitud sor prendió a propios y ajenos, por cuanto el chico no acostumbra a criticar despiadadamente y menos sin motivos valederos. Maradona se ha unido a lo dicho por su técnico respecto a la displicencia de los germanos, pero aprovechó la oportunidad para emprenderla también contra la organización del torneo.Según el astro argentino, el terreno está lleno de hooyos, e impide que el balón se desplace normalmente. Repuestos de la sorpresa porque el cesped no es fabuloso, pero tampoco está tan mal como él dice, le preguntaron si no creía que esos problemas habían sido los mismos para todos los equipos, a lo que respondió que perjudicaba más a los habilidosos, «a los que más sabemos», agregó. También habló de la alta temperatura reinante a la hora de los partidos y de la actitud hostil hacia su equipo que observó en el pueblo uruguayo: Creo que en el futuro no se deberían aceptar más invitaciones para jugar en Uruguay».

Con respecto a la final de hoy, Uruguay tuvo más días para descansar. Los celestes no juegan desde el sábado pasado, cuando derrotaron a Italia por dos goles a cero. Brasil, en cambio si bien no hizo un gran desgaste físico -los alemanes no se lo exigieron-, vivieron una jornada de gran tensión nerviosa porque debían ganar.

Por ese lado, los dueños de casa llevan ventaja. En cuanto a bajas obligadas se debe contabilizar y subrayar con rojo la de José Moreira entre los uruguayos. El lateral derecho se constituyó en figura de los partidos que disputó su equipo, y ni siquiera la actitud antideportiva que le valió la expulsión por parte del colegiado Guruceta al canzó a empañar sus excelentes trabajos. Su nombre está en la agenda de cuanto entrenador o contratista vino a la Copa de Oro.

El partido comenzará a las 21.30 horas de la noche (hora de Madrid), treinta minutos antes que los anteriores partidos del torneo, en previsión de que se alargue, caso de que Uruguay y Brasil terminen empatados. De persistir el resultado, se ejecutarán tantos penaltis como sean necesarios, hasta coronar al campeón de la Copa de Oro.

Uruguay jugará con Rodríguez Diego, Olivera, De León Martínez; De la Peña, Krsowski y Paz; Ramos, Victoria y Morales. Por su parte, el entrenador de Brasil anuncié que su equipo formará con Joâo Leite; Edevaldo o Getulio, Oscar, Luizinho, Junior; Batista, Toninho Cerezo, Paulo Isidoro Serginho, Sócrates y Zé Sergio.

El árbitro será el austriaco Linnemayer, que goza de gran respeto y buena reputación en la FIFA, pero que en el Mundialito no estuvo a su altura habitual. En partido Argentina- Brasil cortó permanentemente el juego, toleró brusquedades y cerró su tarde, desafortunada no denunciando a los protagonistas de la pelea que se produjo al finalizar el partido. El colegiado austriaco no puede aducir que no vio nada -eso fue lo que estampó en el acta-, porque allí están las fotos de los periódicos para desmentirle. Fue un espectador de primera fila en los lamentables incidentes.

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