La princesa Irene pide a la Iglesia holandesa la anulación de su matrimonio con Carlos Hugo

El secretario personal del príncipe Carlos Hugo de Borbón y Parma en Madrid confirmó el miércoles que una demanda de anulación de su matrimonio con la princesa Irene, hermana de la reina Beatriz de Holanda, había sido presentada por la princesa al tribunal eclesiástico del arzobispado de Utrecht, según anunciaron ayer varios diarios holandeses. Irene reside, en efecto, junto con sus cuatro hijos, en la localidad de Utrecht. Un portavoz de este arzobispado, el padre Otto Ter Reegen, declaró a este propósito: «Observo un absoluto silencio sobre los asuntos que nos han sido confiados». El portavoz se negó a confirmar o desmentir la noticia.

La princesa Irene, de origen protestante, se preparó en gran secreto en Roma, gracias a la ayuda del primado de la Iglesia católica de Holanda entonces, monseñor Alfrik, a convertirse al catolicismo antes de casarse con el príncipe de Borbón y Parma. Irene y Carlos Hugo se casaron en 1964 en la capital italiana.Los príncipes pueden presentar una petición de anulación en Roma, donde se celebró su boda; en Madrid, lugar de residencia de los esposos desde la muerte del general Franco, o en Utrecht, lugar de residencia de la princesa desde octubre del pasado año.

Los círculos católicos holandeses opinan que el procedimiento de anulación suele resultar más fácil en Utrecht. Los mismos círculos señalan que la pregunta formulada -«si uno de los dos esposos está en condiciones de cumplir con sus deberes conyugales, no sólo en el terreno físico, sino también en el de la fidelidad e inteligencia»- incrementa las posibilidades de conseguir la anulación.

En fuentes competentes de la Iglesia holandesa trascendió que el tribunal eclesiástico del arzobispado de Utrecht podría pronunciarse la próxima semana sobre la demanda presentada por los abogados de la princesa Irene.

El Gobierno holandés acaba de presentar al Parlamento un proyecto de ley para modificar la legislación sobre el divorcio y permitir a los holandeses residentes en el extranjero pedirlo ante los tribunales holandeses.

La principal causa de la desavenencia matrimonial entre los príncipes Carlos Hugo de Borbón y Parma e Irene sería el sistema de educación de sus cuatro hijos, según informó ayer el diario local De Telegraaf.

Citando amigos íntimos de los esposos, el periódico afirma que Carlos Hugo desea dar a su primogénito Carlos, que cumplirá diez años dentro de dos meses, una educación hispano-francesa para no perder los derechos de sucesión como heredero de la familia Borbón y Parma.

De Telegraaf añade que el príncipe Sixto, hermano de Carlos Hugo, tiene decidido legar al hijo mayor de Carlos Hugo e Irene el liderazgo del Partido Carlista y los poderes administrativos de las posesiones de la familia Borbón y Parma.

La delegación se efectuaría -según el mismo periódico- cuando el príncipe Carlos cumpliese los dieciocho años. En caso de que se negara a recibirlos, los derechos pasarían al príncipe Jaime Bernardo, su inmediato sucesor.

El príncipe Sixto, según la Prensa holandesa, considera que los cuatro hijos de Carlos Hugo e Irene no perderán, en caso de separación de sus padres, sus derechos como príncipes de la Casa Borbón y Parma.