Brasil arrolló a la RFA en el "Mundialito"
En la mejor exhibición futbolística de la Copa de Oro, Brasil derrotó rotundamente a los campeones de Europa, que se fueron sin haber ganado un solo punto. Alemania no se vendió. Cayó ante un Brasil que no desmereció respecto a los grandes equipos de su país antes y después de Pelé. Brasil está en la final, y será el sábado un obstáculo de gran entidad para el anfitrión, Uruguay. Llegó a la clasificación por mejor diferencia de goles a favor y en contra que Argentina: 5-2, contra 3-2.En el primer tiempo Brasil superó abiertamente su rendimiento ante los argentinos, mientras Alemania jugó como para desmentir a quienes la daban poco menos que dispuesta a favorecer el triunfo brasileño. Conclusión: fueron 45 minutos agradables, de buen fútbol, especialmente por el lado de Brasil, que buscó afanosamente absorber la diferencia de goles que favorecía en lo previo a los campeones del mundo, para ser finalistas de la Copa de Oro.
El ariete alemán Hrubesch no fue incluido porque no se recuperó de su afección en la garganta. En su lugar empezó jugando Votava, por lo que Rummenigge quedó muy aislado. Preocupado únicamente por lograr los goles necesarios para clasificarse, Brasil descuidó un poco su defensa, pero le bastó con un marcaje escalonado para Rummenigge.
En el otro campo, la ofensiva de los suramericanos fue persistente. El balón llegó al área alemana en rápidos avances que realizaron desde su campo los laterales Junior y Edevaldo. Ambos hicieron gala de su magnífico dominio de su función. Sin embargo, las ocasiones creadas las desperdició luego Sócrates, que parecía estar jugando otro partido en el que Brasil iba ganando fácilmente. Intentó más de una vez hacer jugadas de lujo cuando lo importante para su equipo era ganar, y por dos goles o más. No fue suficiente con los regates de Tita y Ze Sergio, dos extremos que juntántose fueron una pesadilla para el marcador Kaltz hasta que éste pidió el cambio por lesión.
Después del descanso, el público asistió a una tromba verde y amarilla. Sin embargo, en pleno dominio brasileño llegó el gol de Allofs, que nada tenía que ver con lo que sucedía en el campo. Con ese resultado parcial, Argentina tocaba la final. Los imponderables de un partido de fútbol estaban plasmando una injusticia, pero no pasó mucho tiempo hasta que las cosas quedaran igual que al principio y se cambiaran totalmente. A partir del gol de Junior no hubo más que un solo equipo en el campo, y ése fue Brasil. Buscó el gol por todos los caminos y lo encontró tres veces más.
Así pues, en la final se enfrentarán Uruguay y Brasil pasado mañana, sábado. El encuentro será televisado en directo para España por la primera cadena a partir de las ocho de la tarde. Será el único encuentro de toda la Copa de Oro que se podrá ver íntegro por RTVE.
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