Scotland Yard detiene al presunto "destripador de Yorkshire"
La casualidad y el fino olfato de dos policías de Sheffield hicieron posible que en la tarde de ayer el camionero Peter William Sutcliffe, de 35 años, fuese acusado formalmente de la muerte de Jacqueline Hill, la última víctima del destripador de Yorkshire. La policía de este condado del norte de Inglaterra poseía numerosas pistas sobre el sicópata que había asesinado, a lo largo de cinco años, a trece mujeres, pero sabía que la casualidad podría convertirse en su principal aliado, como así ocurrió el viernes.
Un automóvil aparcado en una de las calles del barrio chino de Sheffield llamó la atención de una patrulla policial por llevar matrículas falsas. Su dueño y su acompañante, una prostituta (quizá su futura víctima en potencia), fueron llevados a la comisaría. El interrogatorio inicial levantó sospechas y el camionero fue puesto en manos de la brigada especial que investiga el caso del destripador. Ayer, a las 16.30 horas, Peter Sutcliffe fue acusado del asesinato de la estudiante Jacqueline Hill, ya que según las leyes británicas una sola acusación es suficiente en un asunto relacionado con diversas muertes.
Sutcliffe, casado con una profesora de veintiocho años, se enfrenta a una posible condena de cadena perpetua, ya que en Gran Bretaña no existe la pena de muerte.
De mediana altura, moreno y con el pelo rizado, con perilla y bigote, Sutcliffe había sido interrogado en tres ocasiones en los últimos dieciocho meses, pero siempre consiguió burlar a la policía. En la primera ocasión la pista fue un billete de cinco libras encontrado en el bolsillo de una de sus víctimas.Cientos de personas se congregaron al conocer su detención ante el Juzgado de Dewsbury, y en varias pancartas se podía leer: «Ahorcadle, que es un cobarde».
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