Hoy será anunciado el nuevo Gobierno portugués

La composición del Gobierno de Francisco Pinto Balsemâo será anunciada hoy, después de su ratificación por los partidos de la coalición de Alianza Democrática y por el presidente Eanes.El nuevo Gabinete tuvo ayer su primera reunión para discutir el anteproyecto de programa de acción, que deberá ser votado por el Parlamento después de la toma de posesión. Esta sigue prevista para el día 8 de enero, a pesar de las dificultades de última hora, que pueden obligar a Pinto Balsemâo a escoger un nuevo Ministro de la Gobernación (Administración Interna) para sustituir al socialdemócrata Eurico de Melo, que debía inicialmente conservar la cartera, que ya era la suya en el Gabinete de Sa Carneiro.

La Prensa progubernamental fue la primera en hablar de crisis en las negociaciones sobre la formación del Gobierno, que Pinto Balsemâo había conseguido llevar, hasta ahora con discreción y con una relativa rapidez.

El fondo de la cuestión serían las exigencias planteadas por el CDS, el segundo partido de la coalición, cuyo presidente, Freitas do Amaral, reivindica cada vez más abiertamente la sucesión del fallecido Sa Carneiro como «Iíder histórico» de la mayoría.

El CDS no estaría satisfecho con las seis carteras que le han sido atribuidas en el nuevo Gabinete, algunas de ellas muy importantes, como las de Hacienda y Defensa, sin contar con la presencia de otro democristiano, Basilio Horta, como número dos del Gobierno y ministro de Estado.

De ahí la reivindicación, por parte de los democristianos, de la cartera de Economía, donde debía inicialmente quedarse el socialdemócrata Alvaro Barreto.

Pinto Balsemio no parece haber conseguido, como lo pretendía, imponer su propio estilo al futuro ejecutivo, donde cohabitan representantes de las tendencias más opuestas. Estas no se limitan a las naturales divergencias entre militantes de partidos distintos, aunque coaligados (los monárquicos entran por primera vez en el Gobierno de AD con la cartera de la Calidad de Vida), sino que reflejan diferencias de concepciones en el interior de los propios partidos. «Duros» y «blandos», derechistas y socialdemócratas, coexisten en el interior de un equipo donde los primeros consiguen llevar la voz cantante, sin comprometerse a fondo.