Giro progresista en Mauritania

Los recientes cambios ocurridos en el aparato de Gobierno en Mauritania ratifican la tendencia en ese país hacia una mayor proyección progresista interna, un reforzamiento de las relaciones con Argelia, Libia, el Polisario y, en consecuencia, a una posible mayor tensión con Marruecos.El nuevo primer ministro Uld Bneijara es miembro de una pequeña tribu mauritana.

Su ingreso en el Gobierno, en 1978, fue debido tal vez a la intención de los militares de entonces de utilizarle en los contactos futuros con el Polisario que el Comité Militar de Salvación Nacional (CMSN) ya había decidido establecer.

Desde entonces, Bneijara jugó un papel fundamental en el acercamiento con el Polisario hasta llegar a los acuerdos de Trípoli o Argel, de agosto de 1979, entre los saharauis y Mauritania, que tuvieron como consecuencia la retirada de este país del conflicto del Sahara y su abandono, el 14 de agosto pasado, de la administración de la parte de territorio recibida por los acuerdos tripartitos de Madrid, firmados en noviembre de 1975.

El nuevo Gobierno, sin embargo, parece decidido a ganarse el apoyo de la población negra, siempre temerosa de que un mayor estrechamiento de las relaciones de Mauritania con el Polisario se traduzca en una pérdida de influencia de la intelectualidad negra, que precisamente ahora está en auge. Por primera vez en la historia de un Gobierno mauritano, un negro, Sumare Sliman, está al frente de la cartera de Defensa.