Shimon Peres, será probablemente el futuro jefe de Gobierno israelí

El presidente del Partido Laborista israelí, Shimon Peres, logró ayer una aplastante victoria sobre su rival, Isaac Rabin, resultando confirmado en la dirección del principal partido de oposición con un 70% de los sufragios de los 3.000 delegados que participaban en el congreso laborista, frente al 29% obtenido por su adversario. Shimon Peres se convertirá, casi seguramente, en el jefe del Gobierno israelí, en sustitución de Menájem Beguin, cuando el Partido Laborista gane, como lo pronostican todos los sondeos las próximas elecciones legislativas, previstas en principio para noviembre del año próximo, pero que podrían tener lugar en la primavera de 1981.Isaac Rabin, considerado como un duro dentro del laborismo israelí, declaró aceptar «la decisión democrática del Congreso», mientras el vencedor le daba un apretón de manos calificado de histórico, que suscitó una ovación entusiasta de los congresistas.

Queda por ver ahora si Isaac Rabin, que se pronunció durante su discurso contra la vuelta a las fronteras de 1967, la creación de un Estado palestino y una soberanía compartida sobre Jerusalén, disolverá a sus partidarios o, por el contrario, formará una tendencia organizada en el seno del laborismo.

La respuesta a este interrogante dependerá en gran parte de la propia actitud de Shimon Peres de cara a los hombres de Rabin, y, más concretamente, de los puestos que les reserve en el comité central del partido y acaso hasta en su futuro Gobierno. La actitud de su victoria hace pensar que se mostrará generoso.

En la primera conferencia de Prensa después de su victoria, Shimon Peres declaró que su tarea principal, cuando acceda a la jefatura del Gobierno, consistirá «en profundizar y fortalecer nuestros lazos con el Gobierno y el pueblo egipcios, al tiempo que intentaremos iniciar negociaciones de paz con Jordania». «Si este país se, muestra reticente», añadió, «no dudaremos en dialogar con cualquier grupo que rechace el terrorismo y reconozca a lsrael».

La llegada de Shimon Peres a la cabeza del Gobierno israelí abrirá nuevas perspectivas en Oriente Próximo, pero no debería suscitar ningún cambio importante, opinan los observadores.