España puede participar en la cooperación con Camerún y Guinea
Las relaciones de Camerún con Guinea Ecuatorial y la posibilidad de que España participe en una operación de cooperación tripartita con estos países fueron los temas centrales de las conversaciones que el rey don Juan Carlos mantuvo en la mañana de ayer con el presidente camerunés, Ahmadou Ahidjo, horas antes de que los Monarcas se trasladaran a Ngaundere, ciudad del norte musulmán del país, donde los Reyes asistieron a una exhibición folklórica llamada fantasía.
La segunda jornada de los Reyes en Camerún estuvo marcada por las conversaciones políticas que tanto el Rey como el ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, y los altos funcionarios que le acompañan mantuvieron en la mañana de ayer con los primeros representantes de su país y sus correspondientes equipos. El ministro Pérez-Llorca (preocupado desde Madrid por el buen desarrollo y nivel del viaje) insistió, una vez más, en el curso de una breve conferencia de Prensa, en que el objetivo de estos encuentros de Estado era el de intercambiar puntos de vista y el detectar posibles campos de acción y cooperación a desarrollar posteriormente por el Gobierno.Pues bien, parece detectado, que a España le preocupa muy seriamente el nivel futuro de las relaciones entre Guinea Ecuatorial y su vecino Camerún, nación aún reticente al régimen desorganizado de Teodoro Obiang y ha demostrado todo el interés posible en un acercamiento entre ambas partes. Y hay que decir que, a la vista de lo que declaró el ministro Pérez-Llorca, algo parece ser que se ha conseguido, puesto que ha sido el propio presidente Ahidjo quien ha evocado la posibilidad de poner en pie un sistema de cooperación triangular entre España, Guinea y Camerún. La idea parece aceptada, en principio, y factible de incluir en la «selectiva» cooperación que España quiere practicar en este continente. Una actividad exterior esta que el ministro espera incluir, como afirmó, en la ley de Cooperación (cuyo proyecto elevó su predecesor, Marcelino Oreja, al palacio de la Moncloa sin conseguir su puesta en marcha) en el curso de 1981, y que tendrá en Africa a Guinea Ecuatorial como punto de referencia y, eventualmente, a Gabón y Camerún como pilares de apoyo.
El ministro recordó que en el diálogo hispano-camerunés se habló de la OUA, donde este país tiene influencias importantes que podrían ser útiles en el tema Canarias, si es que resurgiera; del Sahara, diciendo que Yaundé y Madrid coinciden en lo fundamental y recordando que esta nación no reconoce a la RASD saháraui y del Cono Sur africano, donde España ofrece contrapartidas de presión (desde su puesto del Consejo de Seguridad de la ONU); contra el apartheid y ofreciendo su participación en algún comité de vigilancia del proceso de Namibia. Por su parte, la delegación camerunesa se interesó por el proceso de acercamiento de España a la CEE, proceso del que estaban muy bien informados según Pérez-Llorca (lo que era de imaginar por ser Francia su aliado primero y el obstáculo de España), quien, por otra parte, recibió informaciones preocupantes del desarrollo del conflicto interno del Chad, país que tiene refugiadas en estas latitudes a cerca de 200.000 personas y que puede desestabilizar la zona «si es que el Ejército francés no toma la iniciativa», como parece pedir Camerún.
Cooperación cultural
En el plano de la cooperación bilateral se «detectaron» pocas cosas. Un acuerdo de cooperación cultural posible para extender la enseñanza del español, formación náutica para súbditos de este país, acuerdo de transporte e investigación oceanográfica. Los peces, la pesca en general, casi se escapó del diálogo y quedó para mejor ocasión de las conversaciones técnicas.Por último, hay que señalar que los Reyes son recibidos con generosidad y cariño por los pueblos de esta nación. En el norte, en Ngaundere, tuvieron una acogida popular multitudinaria similar a la de Yaundé y, pocas horas después, participaron en la exhibición de folklore llamada fantasía, y que tenía de todo menos del título. Fue algo vivo en color y en expresividad. Sin coreografía organizada ni protocolo especial. Una espontánea exhibición de las danzas de esta zona musulmana del país, que ofreció ritmos y bailes variopintos de las distintas tribus y etnias del lugar, que interpretaron hombres, mujeres y niños ataviados con vistosos trajes.
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