La asamblea de la CEPYME ratificó la unidad del empresariado español

Los titulares de las pequeñas y medianas empresas (pymes) eligieron ayer una filosofía más que una presidencia, según manifestó Javier González Estefani a este diario tras su reelección como presidente de la CEE. La unidad del empresariado, más allá de la dimensión de las empresas, triunfó al ratificar la asamblea de la CFPYME los acuerdos suscritos con la CEOE por la anterior ejecutiva y proceder a la reelección de González Estefani.

Cien votos a favor y veinticinco en contra reflejaron, en alguna medida, la fuerza de las dos corrientes de la CEPYME, aunque la retirada de la candidatura contraria a la integración en la CEOE había decantado el resultado previamente a la celebración de la asamblea. González Estefani se mostraba satisfecho de los resultados, incluida la oposición, «ya que cuando en una organización no hay diferentes posturas o puntos de vista encontrados es señal de que algo huele mal en su seno». No obstante, el nuevo presidente de CEPYME matizó que la unidad empresarial no debe ser confundida con la uniformidad.La mayor preocupación de las pymes se centra hoy en la ausencia de vocaciones empresariales, que se debe, según González Estefani, a la descompensación de la balanza riesgo-expectativas de beneficio en favor del primero de los términos, y a la carencia de un caldo de cultivo de un entorno favorable a la actividad empresarial. Se están infringiendo las leyes de la economía libre de mercado (competencia ilícita de economatos y venta callejera a los pequeños comerciantes; discriminación a las pymes en las contratas del Estado para obras de construcción e infraestructura; concesión de créditos muy favorables, que se niegan a los empresarios, a las cooperativas de trabajadores y a las sociedades anónimas laborales, e intentos de legislación claramente lesivos para las pymes), según González Estefani.

Según el presidente de CEPYME, el anteproyecto de ley de sociedades anónimas podría suponer la desaparición del 90% de las pequeñas y medianas empresas constituidas bajo tal forma jurídica, y otro tanto podría decirse del anteproyecto de ley de seguros.

En cuanto a la fiscalidad, Javier González Estefani manifestó que, como consecuencia de las reformas del sistema fiscal, las cifras de recaudación han experimentado considerables elevaciones, lo que comporta un importante incremento de la presión fiscal. Las figuras impositivas, añadió, se han homologado en buena medida a las que rigen en la CEE, y se pretende que para la fecha de entrada en la Comunidad las diferencias, tanto en el sistema fiscal aplicable como en los índices de presión fiscal, sean mínimas, con lo que la presión fiscal continuará elevándose.

González Estefani señaló que dentro de la consolidación de la CEPYME hay que enmarcar el hecho de una mayor atención y colaboración de la Administración con las pequeñas y medianas empresas. En este sentido se refirió a la institucionalización de reuniones periódicas con altos cargos de la vicepresidencia económica del Gobierno, al desbloqueo del segundo aval a cargo del Estado para las sociedades de garantía recíproca y a la facilidad para plantear hoy temas al más alto nivel, como el del fraude por las prestaciones por desempleo, las irregularidades en la concesión de indemnizaciones por despido por parte del Fondo de Garantía Salarial en empresas de menos de veinticinco trabajadores o la inquietud, expuesta recientemente, de que tal y como está concebido el sistema actual de la Seguridad Social ésta supone un auténtico impuesto al empleo.

El presidente de la CEPYME se refirió a la unidad de los empresarios y dijo: «Sólo unidos podremos sacar al país de la situación en que se encuentra». A la clausura de la asamblea asistieron Carlos Ferrer, presidente de la CEOE, y Rodríguez Inciarte, secretario general de la vicepresidencia económica del Gobierno.