Walesa impone su moderación a los metalúrgicos de Varsovia
Lech Walesa, presidente de la confederación sindical libre polaca Solidaridad, consiguió en la madrugada de ayer imponer su punto de vista moderado en la rama sindical de Varsovia y desconvocar la huelga de 15.000 obreros de las acerías Huta Warszawa, cerca de la capital, haciendo referencia a una eventual intervención del Ejército polaco en la situación.Los metalúrgicos decidieron el pasado jueves, después de la puesta en libertad de los asociados al sindicato Maszowsze (rama varsoviana de Solidaridad), Jan Narozniak y Piotr Sapelo, proseguir con el paro si el primer ministro, Josef Pinkowski, o el viceprimer ministro, Mieczyslaw Jagielski, no se trasladaban a la acería para tratar otras reivindicaciones de matiz político.
A últimas horas de la tarde, el Gobierno decidió recurrir a Walesa, a cuya disposición puso un helicóptero, que le trasladó de Gdansk a Varsovia, donde emprendió inmediatamente conversaciones con Jagielski y los obreros metalúrgicos.
En su intervención ante los huelguistas de Huta Warszawa, el líder obrero polaco aseguró sin reservas: «Tengo miedo de que pueda intervenir el Ejército (polaco). No podemos defendernos contra tanques y misiles. Solidaridad es impotente en esta confrontación».
Walesa agregó que si ocurriera algo así, «la pequeña cantidad de poder que hemos conseguido, si no mantenemos la moderación, corremos el riesgo de perderla completamente».
Votación a mano alzada
La posición moderada de Walesa recibió el apoyo del líder de Solidaridad de Varsovia, Zbigniew Bujak, y del MKZ de Weoclaw, Karol Modzelewski. Después de unas primeras vacilaciones del propio Walesa antes de pasar a la votación de si se continuaba o no con el paro, entre los obreros comenzó a circular el artículo del diario del Ejército Zolnierz Wolnosci de la mañana del jueves, y los comentarios «imperativos» de los militares sobre la urgente necesidad de poner fin al gran debate nacional en Polonia. De esta forma, las tesis pesimistas, cuando no alarmistas, de Walesa ganaron partidarios. Cuando se procedió a votar, a mano alzada, la continuación de la huelga, una mayoría optó por la vuelta a la normalidad laboral.En la misma madrugada del viernes, Jagielski recibió a una delegación de Solidaridad, a quien aseguró que el Gobierno no está en absoluto dispuesto a discutir cuestiones políticas con el sindicato, como la liberación de los disidentes encarcelados, la reivindicada investigación sobre la magistratura y la policía política y las condiciones para la instauración de «un Estado de derecho». Sin embargo, el viceprimer ministro, artífice de parte gubernamental de los acuerdos de Gdansk, reafirmó el deseo de las autoridades de reiniciar cuanto antes el diálogo con los sindicatos libres sobre cuestiones laborales.
Por otra parte, el Gobierno francés decidió ayer poner a disposición de Polonia novecientos millones de francos (unos 15.000 millones de pesetas). El nuevo crédito servirá para la compra de productos industriales franceses semifabricados.
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