La "cumbre" árabe deja la puerta abierta a la reconciliación

La cumbre árabe, boicoteada a iniciativa de Damasco por cinco países y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ha dejado la puerta abierta a la reconciliación interárabe. Esta es la impresión que prevalece después de una reunión que ha reforzado la hegemonía del grupo de los moderados, representado por quince países.

Reafirmando masivamente su apoyo a la OLP y pronunciándose a favor del alto el fuego inmediato en el conflicto irano-iraquí, los moderados pretenden, según los observadores, aislar a Siria de sus aliados naturales del Frente para la Firmeza.La resolución sobre la guerra del golfo no puede disgustar a, Argelia -que ha explicado su ausencia de Amman, debido a la retirada de la OLP-, ya que se basa en las ideas expresadas por el partido argelino. Apoyando a Irak, Argel hace referencia al respeto a los acuerdos internacionales firmados por Bagdad y Teherán, entre los cuales figura el tratado de Argel de 1975.

Esta resolución sobre la guerra irano-iraquí apoya todos los intentos de mediación en un momento en el que Argelia -como Yasir Arafat en el cuadro de los no alineados- intenta acercar los puntos de vista entre Irán e Irak.

El príncipe Fahd de Arabia Saudí ha afirmado que no se ahorrará ningún esfuerzo para atenuar las grandes divisiones existentes en el mundo árabe. Según Fahd, estas divisiones facilitan la posible entrada de la URSS en la región. Las múltiples entrevistas que han tenido lugar en Damasco desde el pasado lunes entre los dirigentes palestinos y el embajador de la Unión Soviética han sido observadas atentamente por los delegados de la cumbre, que desean evitar, a cualquier precio que la resistencia palestina caiga en la órbita de Moscú.

Yasir Arafat, que se ha alineado ahora con Siria, no ha estado jamás en una posición tan difícil. Hombre de compromiso, siempre había acertado a beneficiarse de los favores de los países del golfo -principales proveedores de fondos de la resistencia palestina- y a seguir en buenas relaciones con Siria. Los líderes árabes le han manifestado su apoyo, pero no se sabe si la comunidad internacional reaccionará de la misma forma.

Pero lo que parece más urgente, por el momento, es la solución de la crisis abierta entre Jordania y Siria, que ha venido a incrementar el antagonismo histórico existente entre Damasco y Bagdad. Las tropas sirias (evaluadas por Israel en 20.000 hombres y cuatrocientos carros de combate) se encuentran agrupadas a lo largo de la frontera sirio-jordana, y el rey Hussein ha asegurado que defenderá hasta la menor parcela de su territorio.