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Los carteros de Alemania Occidental deciden ir a la huelga

La huelga del servicio Postal de la República Federal de Alemania, decidida por el 94,4% de los afiliados al correspondiente sindicato, comenzará, según indicios, en las próximas horas y tendrá una duración indefinida. El paro decidido por los trabajadores de este servicio afecta a todas las secciones de los correos alemanes en las que la tecnología sigue precisando de la intervención o control de un empleado. Se calcula que las consecuencias de esta huelga se prolongarán hasta entrado el próximo año, aun en el caso de que se restablezca la normalidad antes de las próximas Navidades.Apenas posesionado, el nuevo Gobierno ha de hacer frente a un nuevo problema de gran alcance social: los huelguistas son funcionarios del Gobierno y, según el ordenamiento jurídico alemán, no pueden declararse en huelga con tra el empresario, que en su caso es el Estado. Por lo demás, el ministro de Correos, Kurt Gscheidie, socialdemócrata, procede además de la directiva del mismo sindicato, que ahora convoca la huelga.

El problema que se plantea trasciende al sector de las comunicaciones y correos: los. trabajadores no exigen más dinero, sino un régimen más humano de trabajo. El nivel tecnológico alcanzado. en los centros de producción y servicios en la RFA conlleva o una reducción de plantillas -y en el caso del servicio de correos no cabe esta solución, por repugnancia de los socialdemócratas y porque el personal son funcionarios públicos- o un empleo a fondo de este personal cualificado, cerrando las puertas a los aspirantes a un puesto de trabajo seguro.

Esto obliga a mantener unos turnos de noche que, según los huelguistas, están minando la salud de los trabajadores. Reestructurar el sector conllevará, según cálculos sindicales, un gasto adicional de quinientos millones de marcos.

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