La velocidad del Metro en las líneas antiguas aumentara un 15% con la renovación de la flota
La velocidad de los trenes que recorren las antiguas líneas del Metro podrá incrementarse más de un 15% en el momento en que empiecen a funcionar las nuevas unidades, cuyo prototipo estará terminado el próximo año. De esta forma, la velocidad media de los trenes podrá pasar de veinticuatro a veintiocho kilómetros por hora con lo que se eliminará la diferencia de velocidades entre líneas de antigua y nueva creación. Junto a la adquisición de este material, que tendrá la misma comodidad, suspensión y sistema de conducción y seguridad que los trenes de las últimas líneas inauguradas, es posible que algunas estaciones sean ampliadas, lo que permitirá descongestionar las líneas con mayor tráfico de viajeros.
La actual flota de trenes que recorren a diario las líneas antiguas del Metro será sustituida paulatinamente a partir de 1982, una vez que hayan concluido los estudios para realizar un prototipo adecuado a la anchura de la red. Los nuevos vagones tendrán el mismo tamaño que tienen los de las líneas antiguas, pero su estructura será muy similar a la de los trenes en circulación por las líneas inauguradas últimamente.«La comodidad, la suspensión, el sistema de conducción automática y los sistemas de seguridad serán los mismos que poseen las unidades de tipo 5.000, en servicio, por ejemplo, en la línea de Moratalaz o en la de Cuatro Caminos-Pacífico», manifestó ayer Juan Torres, presidente del Consejo de Intervención de la compañía.
La renovación del material móvil supondrá, de hecho, la aplicación de una política de mejora de la actual red frente a la política de expansión seguida, que, por el momento, no ha tenido las contrapartidas esperadas en viajeros e ingresos.
Esta importancia no ha sido, sin embargo, correspondida en los dos últimos años más que con una inversión de 2.000 millones de pesetas en reposición y sustitución de vías y mejora de sistema de señales y seguridad; a esto habría que sumar lo que se ha invertido en obras de acondicionamiento y limpieza de estaciones.
Frente a esta inversión, que se espera doblar en los próximos años, las líneas inauguradas desde junio de 1978 hasta ahora han costado unos 8.000 millones de pesetas, entre infraestructura y su perestructura, sin incluir en esta cantidad las obras que se realizan en la actualidad en once tramos que serán inaugurados entre febrero del próximo año y finales de 1984.
La inauguración de estos tramos es casi obligatoria, después de las inversiones realizadas en superestructura por parte del Ministerio de Transportes.
Para febrero o marzo del próximo año se espera inaugurar el tramo Pacífico-Oporto; en el mismo año se abrirá el tramo de la misma línea Oporto-Laguna, de forma que coincida con la prolongación del tren de cercanías de Móstoles a la misma estación de Laguna.
En 1982, se inaugurarán los tramos Fuencarral-Plaza de Castilla; Plaza de Castilla-Nuevos Ministerios, y se prolongará el Suburbano desde Plaza de España a Alonso Martínez. En 1983), la red será ampliada con los tramos Herrera Orla-Plaza de Castilla, Plaza de Castilla- Avenida (le América y Avenida de América-Sainz de Baranda. Los últimos tramos en los que se trabaja y que serían inaugurados en 1984 son Avenida de América- Marañón, Nuevos Ministerios-Marañón y Cuatro Caminos-Ciudad Universitaria.
No más ampliaciones
El resto de los proyectos está siendo seriamente reconsiderado, por lo que el cierre de la línea circular podría quedarse en proyecto. Como alternativa, y para no terminar la línea circular en la Ciudad Universitaria, se podría, según los estudios en realización unir esta línea con la estación de Moncloa.Para dotar a estas líneas de material móvil, el Consejo de Intervención acaba de hacer una emisión de obligaciones por valor de 3.000 millones de pesetas, que será seguida de otras los por el mismo valor en 1981 y 1982. Asimismo, se invertirán unos ochocientos millones en comprar dieciocho unidades de suburbano para hacer frente a la prolongación del mismo y se abordará el gran proyecto ya citado de sustituir la flota de trenes en funcionamiento por las líneas antiguas, que supondrá una inversión de 10.000 millones de pesetas más.
La utilización de estas nuevas unidades puede ir unida en algunas líneas antiguas al acondicionamiento de estaciones, cuyos andenes se alargarían para permitir aumentar los vagones por convoy en hora punta.
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