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CASTILLA-LA MANCHA

EI incendio de una vivienda en Albacete estuvo a punto de provocar una catástrofe

Han sido dadas de alta diez de las doce personas que hubieron de ser ingresadas con signos de asfixia en la residencia sanitaria de Albacete como consecuencia del incendio producido en el número 3 de la calle de Dionisio Guardiola, de la capital, y en el que perdieron la vida Carlos Panadero Panadero, de cincuenta años, y su madre, Angeles Panadero Collado, de 75 noticia que ya recogió EL PAIS en su última edición del viernes. Entre los dados de alta figura la dotación de un Zeta, del 091, un policía municipal y un bombero.

El incendio, que se inició en el quinto piso al prenderse las faldas de una mesa con un brasero eléctrico, se propagó inmediatamente y alcanzó a otras cuatro viviendas, entre ellas una en el séptimo piso en la que vivían las víctimas y del que sólo consiguieron salvarse una mujer y un niño de seis años, éste con fractura craneal, que continúan ingresados.

Una niña de siete meses y un anciano de ochenta años que habían permanecido inmóviles sin perder la serenidad, fueron las dos últimas personas rescatada del inmueble en una operación que revistió momentos de verdadero dramatismo y que pudo haberse convertido en una gran tragedia al sufrir daños considerables la estructura del edificio.

La unidad de quemados de Valencia estuvo prevenida desde el primer instante, ya que la residencia de Albacete no dispone de medios para hacer frente a una emergencia de este tipo. «Hubo que hacer verdaderas cábalas para distribuir a los ingresados en diferentes plantas dado el tremendo déficit de camas que tenemos», manifestó el doctor Ramón Ferrándiz, director de la residencia.

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