Blas Piñar niega que los policías detenidos sean de Fuerza Nueva

El presidente de Fuerza Nueva, Blas Piñar, dijo ayer en el curso de una conferencia de Prensa que los dos guardias civiles y el inspector de policía, detenidos junto con otras tres personas más el pasado domingo en Vitoria, no formaban parte de su séquito ni pertenecen a su partido. Estas seis personas, a las que se les ha aplicado la ley Antiterrorista continúan detenidas en los calabozos de la comisaría de la capital alavesa.

El líder de Fuerza Nueva reconoció que llamó tres veces cagón al gobernador civil y narró su versión sobre el incidente, mostrándose indignado por las manifestaciones hechas por aquél en la puerta del Gobierno Civil, en el sentido de que sus quejas las debería presentar en Madrid. Asimismo, criticó la actitud de un cabo de la Policía Nacional que le trató «en tono irrespetuoso y grosero, equiparable al desacato» y le expulsó del recinto.Censuró la actuación del Gobierno Civil por cerrar el teatro donde se iba a celebrar el mitin, los comunicados difundidos a la Prensa por éste y las detenciones. A este respecto, señaló que los detenidos portaban pistolas con sus correspondientes licencias y que es normal llevarlas en el País Vasco, «dada la situación de peligro de muerte existente».

Piñar reconoció que llevaba un paquete conteniendo cuatro rollos de papel higiénico, cuando discutió con el gobernador civil, «porque simbolizaban el miedo que existe en España, que lo siembra el Gobierno y sus representantes en las provincias».

Insistió que, pese a su solicitud, no se les han explicado las razones de la clausura del local donde se iba a desarrollar el acto, significando que la comunicación se produjo veintitrés horas antes, y lamentó las pérdidas económicas que ha supuesto para su organización la decisión del gobernador civil.

Blas Piñar, que dedicó unos minutos de la conferencia de Prensa a criticar el editorial de EL PAÍS de ayer sobre los incidentes, manifestó que el Gobierno ha cedido a las, presiones que posiblemente harealizado el Gobierno vasco para que no se celebrara el acto y anunció que volvería a Vitoria.

Por otra parte, el gobernador civil de Alava, Ezequiel Jaquete, levantó ayer la clausura que pesaba sobre el teatro Guridi, donde estaba previsto celebrarse el acto de Fuerza Nueva.

Los incidentes de Viioria han sido asimismo el argumento utilizado por el diputado comunista Sánchez Montero, que se une a la presentada ayer por el socialista Enrique Múgica, para hacer una pregun a al Gobierno, en la que se exige la adopción de medidas que esclarezcan las responsabilidades de Fuerza Nueva en numerosos hechos violentos.