Un sector del PSOE plantea abiertamente la posibilidad del Gobierno de coalición

La posibilidad de un Gobierno de coalición con participación socialista constituye de nuevo materia de debate en el seno del primer partido de la oposición. Miembros de la ejecutiva y del grupo parlamentario, entre los que figura Felipe González, creen que la situación del país se acerca al punto crítico en que estaría justificada una solución de este tipo; otro sector de la dirección no acepta todavía la validez de esa fórmula y afirma que la coalición sólo debería fundamentarse en un resultado electoral. La escalada terrorista, el paro y la crispación autonomista son los motivos que se aducen por los partidarios del proyecto.

Parte de la dirección y de sus equipos de colaboradores consideran que la fragilidad del pacto UCD-Minoría Catalana-PSA es una prueba de que la mayoría formada en torno a la votación de confianza a Suárez resulta muy poco estable, y que ninguno de los grandes problemas del país podrán resolverse por esa vía. A ello agregan que el paro y el terrorismo han pasado a constituir preocupaciones obsesivas de los españoles, hasta el punto de que pueden dar al traste con la democracia, ya que el Gobierno actual no da -siempre según los socialistas- «sensación de confianza».A favor de la coalición se argumenta internamente con la conveniencia de presentar un balance favorable respecto a experiencias previas de gobierno, en el momento de afrontar la próxima convocatoria a las urnas. Se trata de una estrategia parecida a la de «gran coalición» que permitió al Partido Socialdemócrata alemán acceder al poder en el umbral de los años sesenta y ganar las elecciones posteriores. En contra de este intento -que estaría condicionado a la sustitución de Suárez- se encuentran los que temen fuertes reacciones internas en el seno del PSOE o un desgaste excesivo, así como los que piensan que la derecha no está interesada en una coalición con una fuerza de izquierda, por moderada que ésta se presente.

La posibilidad de la fórmula de coalición ha sido defendida por dirigentes como Enrique Múgica y Javier Solana, aunque con matices diferenciadores. Por el contrario, el vicesecretario del partido, Alfonso Guerra, ha afirmado repetidamente que la formación de una nueva mayoría debe pasar por las urnas, no obstante lo cual es la persona que ha vuelto a tomar las riendas de las negociaciones parciales con UCD.

El propio Felipe González haplanteado la conveniencia de un Gobierno de coalición -sin pedirlo expresamente- en una entrevista publicada por Cambio 16 . En ella, el secretario general del PSOE esboza un programa de cinco puntos para «salvar la democracia», que son los siguientes: luchar contra la violencia y el terrorismo, empleando todos los mecanismos necesarios del Estado; terminar con las tentaciones involucionistas, sin excluir el cierre de publicaciones que hagan llamamientos golpistas; detener el paro, aumentando el déficit presupuestario para canalizar más inversiones, y crear una «moral de trabajo»; aparcar los temas conflictivos de política internacional (OTAN) y llegar a un pacto de política autonómica.

Debates sobre estrategia

Todas estas ideas y datos responden a los debates sobre estrategia política mantenidos en las últimas reuniones de la comisión ejecutiva y del comité federal -este último es el máximo órgano entre congresos-, pero que, según las fuentes informantes, no habían dado lugar hasta ahora a un pronunciamiento explícito sobre la posibilidad y conveniencia de la coalición, y que se trata más bien de un proceso de maduración del proyecto, sin una fecha concreta para su planteamiento formal. La ejecutiva celebrará mañana una reunión en la que es probable que se plantee la cuestión.La resolución política vigente en el PSOE procede del congreso extraordinario de septiembre de 1979. En ella se dice que el partido socialista debe «velar ante todo intento para involucrarlo en una corresponsabilización subordinada en la g estión de los problemas actuales», y que «tan sólo ante eventos de extrema gravedad para la perduración del sistema democrático el partido social 'sta debería consentir el sacrificio de aportar su colaboración». Asimismo fija una serie de condiciones para ello, tales e omo la necesidad de que lo apruebe el comité federal del partido, que se acote temporalmente el compromiso y que éste no signifique un retroceso «en el camino hacia los objetivos del programa máximo».

Obvio es decir que los sectores no representados en los órganos de dirección -como consecuencia de la derrota sufrida en el congreso extraordinario de 1979- sostienen posiciones contrarias al Gobierno de coalición, mientras prosiguen los trabajos de preparación de una corriente que esté fundamentada en la «recuperación de los valores socialistas», que, según ellos, está perdiendo la dirección.

Próxima visita al Rey

Por otra parte, el PSOE se encuentra ahora en la última fase de preparación del congreso de la Internacional Socialista, que comenzará en Madrid el próximo día 13. En la víspera, Felipe González,junto con los máximos dirigentes de la Internacional Socialista, visitará al rey don Juan Carlos en el palacio de la Zarzuela,Esta visita junto con el discurso de Felipe González y la concentración de líderes socialistas y socialdemócratas en Madrid, pueden ser los aspectos más importantes, de cara a la política española, en este congreso. Alfonso Guerra, vicesecretario del PSOE, será el jefe de la delegación de este partido.