Tratado de artillería
EN OCASIONES los crucigramistas de los diarios -incluido EL PAIS- confunden un obús con un proyectil, en la ignorancia de que el obús es una pieza artillera, intermedia entre el cañón y el mortero, distinguida por su inclinado ángulo de tiro. Son conocimientos de manual no exigibles a los civiles, no tanto por lo específico de la ciencia militar como por la complejidad del arte de artillería. No se dispara un fusil como un cañón, ni son precisos conocimientos de fisica y una tabla de logaritmos para apuntar correctamente una pistola. Resulta obvio, en suma, recordar que el arma de artillería exige vocaciones a caballo entre la técnica y la ciencia fisico-matemática.Así las cosas, puede calificarse, como mínimo de sorprendente, la salva de artillería con que el pasado martes obsequió el polígono de tiro de Hoyo de Manzanares al pueblo de Moralzarzal. Bombardeo que no es el primero en sufrir el pueblo, y que, en ocasiones anteriores, ha causado daños físicos a las personas, a más de los consecuentes daños materiales. Que las pruebas de tiro se realicen con granadas sin carga ni espoleta o que el Ministerio de Defensa indemnice a los perjudicados no resta un ápice de gravedad al incidente, y que fuentes militares resten importancia al suceso -como lo han hecho en declaraciones a este periódico- resultará sin duda ofensivo para los militares docentes de la Academia de Segovia. Si un oficial artillero orienta el tiro de una batería sobre un casco urbano- merece, como poco, una severa descalificación profesional en su hoja de servicios -salvo que el casco urbano fuera el objetivo-, y el Ministerio de Defensa debiera hacer algo más que pagar los platos rotos: pedir excusas, situar los polígonos de tiro en áreas deshabitadas y mejorar, si es el caso, sus manualesde artillería. Pero es que, además, España es ahora un Estado de Derecho y el bombardeo casual de Moralzarzal ha originado no sólo daños, sino inseguridad y alarma pública. Un juez debe de instruir el caso y juzgar a los responsables -al margen sanciones administrativas y jerárquicas-. Y alguien nos debería decir el nombre del autor del desaguisado. En estas cosas, y no sólo en los símbolos, también reside el honor y el prestigio del Ejército.
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