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Argelia no presiona al Polisario, para que interrumpa sus acciones militares

La guerra del Sahara occidental ha entrado en una fase intensiva de desgaste, cuyo escenario principal se ha trasladado al sur de Marruecos. El Frente Polisario, con un potencial humano y militar inferior al de Rabat, ha aceptado el desafío que representaba la fijación de una batalla mortífera para los dos contendientes.Hasta ahora no hay indicios de que los saharauis hayan perdido esa batalla, en la medida en que uno de sus más recientes ataques tuvo lugar en la histórica localidad de Mohamed-les-Gazelles, cerca de Uarzazat, a menos de doscientos kilómetros de Agadir.

A raíz de ese incidente, en Marruecos se afirmó que el mismo podría ser un casus belli con Argelia, y se volvió a suscitar la tesis de un control de las fuerzas saharauis por el Estado mayor argelino.

Los periodistas que han podido seguir de cerca las últimas operaciones del Polisario confirman que éste ha consolidado su potencial, dispone de una logística moderna, ha reforzado su capacidad combativa y no ha disminuido su actividad en el sur de Marruecos que estima lícita por considerar que responde a la ocupación de su territorio.

Todo ello no significa que Argelia haya cerrado la puerta a la menor posibilidad de poder reunir a marroquíes y saharauis en torno a una mesa, incluido si ello debe pasar por un diálogo directo con Rabat, con el riesgo de que éste sea interpretado como la existencia de una solución argelino-marroquí.

La lista de contactos secretos y discretos entre Argel y Rabat es ya bastante larga y cada uno de ellos coincidió con un momento de dificultad, militar y diplomática, para Marruecos. En los primeros seis meses de 1978, el consejero de Hassan, Reda Guedira, y el de Bumedian, Taleb Ibrahimi, sostuvieron siete entrevistas secretas, en su mayor parte en Suiza, que estaban destinadas a elaborar un documento de trabajo por el cual se aceptaba la creación de un Estado saharaui.

Frontera polémica

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El punto de mayor litigio en esas conversaciones, de las que el Polisario fue informado en todo momento, era el trazado de la frontera norte de tal Estado, en la medida en que Rabat pedía compensaciones de carácter territorial, por lo que se acordó que tal aspecto sensible del documento debía ser objeto de una discusión personal, en Bruselas, de Hassan y Bumedian, pero esta entrevista no llegó a realizarse, al haber renunciado a la misma el rey de Marruecos.Tras el fallecimiento de Bumedian, Marruecos ha insistido reiteradamente en desempolvar el proyecto de entrevista secreta entre los dos dirigentes y, en un principio, se pensó que la misma podría tener lugar al margen de la cumbre africana de Monrovia, el año pasado.

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