El delegado de Afganistán en la Unesco denuncia la ocupación soviética de su país
El jefe de la delegación de Afganistán ante la conferencia de la UNESCO, que se celebra actualmente en Belgrado, denunció ayer la intervención militar soviética en su país, Ajtar Paktiawal, que provocó con sus declaraciones un estupor generalizado entre las delegaciones presentes, afirmó que Afganistán había dejado de ser un país libre tras la intervención de las tropas de la URSS.El alto funcionario afgano, que en un principio aseguró que pensaba regresar a su país para afrontar las consecuencias de sus declaraciones, acabó solicitando anoche asilo político en la República Federal de Alemania. Paktiawal, que había tomado la palabra cuando acababa de abrirse el debate final sobre la información y la comunicación, voló a Munich nada más acabar la sesión.
Tras pronunciar unas breves palabras sobre esta cuestión, abordó repentinamente el problema afgano y declaró, provocando la estupefacción general: «Los tanques soviéticos aplastan a nuestras mujeres y niños. Un millón de personas han tenido que huir de sus hogares».
Vinculando a continuación el problema de la información y la situación en su país, gritó: «Pero, ¿quién oye, quién escucha la voz de mi pueblo y de otros pueblos?» Paktiawal pidió que se ponga fin a la «conspiración de silencio contra nosotros».
Según el representante afgano, en su país las comunicaciones están controladas por los soviéticos. «Afganistán ha dejado de ser un país libre», dijo después de acusar a la URSS de violar los derechos humanos en su país.
Abordado por los periodistas presentes, el jefe de la delegación afgana precisó que tenía 45 años de edad y que era secretario general de la comisión nacional de la Unesco en su país.
Declaró que bajo el régimen del presidente Hafizullah Amin, muerto el pasado mes de diciembre mientras se producía la intervención soviética, había sido desposeído de las importantes funciones que desempeñaba en el Ministerio de Educación Nacional.
En un principio, Paktiawal había reiterado que no quería convertirse en un «tránsfuga» y que tenía intención de regresar rápidamente a su país. «Mi mujer y mis siete hijos están allí. Debo cuidarles».
Tanto durante su intervención en la sesión de la Unesco, como durante su entrevista con los periodistas, el funcionario afgano se mostró muy tranquilo.
Poco antes de que hablase Paktiawal, la delegada afgana en la misma conferencia, Faiqa Mujtarzada, decidió no regresar a su país en señal de protesta contra la ocupación soviética.
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