La princesa Margarita
de Inglaterra, que hace una semana fue duramente atacada por fumar cigarrillos en un centro escolar, es ahora objetivo de la postura crítica de los estudiantes de la Universidad de Keele, opuestos drásticamente a que la hermana de la reina Isabel les visite. La razón no tiene que ver con la personalidad de la princesa, sino con la convicción que tienen los universitarios de que Keele se llenaría de policías, contra cuya proliferación se manifiestan sin paliativos.
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