Los incendios en Cataluña y en el País Valenciano causan cuatro muertos

Cuatro personas resultaron muertas como consecuencia de los incendios registrados durante el pasado fin de semana en distintos puntos de Cataluña y el País Valenciano. En las proximidades de Tarrasa fueron hallados los cadáveres de dos jóvenes montañeros, a quienes sorprendieron las llamas en el interior del bosque. En Alicante fueron las víctimas dos hombres que viajaban en un hidroavión del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona), que sufrió un accidente cuando trabajaba en la extinción de un incendio en la sierra de Aitana.

Dos muertos, varios pueblos evacuados y más de 6.000 hectáreas de terreno calcinadas es el balance de los incendios forestales registrados en Cataluña durante el fin de semana, según informa Enric Canals. Los incendios tuvieron lugar en las comarcas de Anoia, Vallés Occidental, Baix-Camp, Terra Alta y Bages. Su rápida propagación se vio favorecida por los fuertes vientos racheados -de más de ochenta kilómetros por hora- que se registraron. Anoche el servicio de incendios de la Generalidad señaló que todos los incendios estaban extinguidos, a excepción del registrado en la zona de Manresa, en la comarca del Bages, que estaba dominado.Fue precisamente en las cercanías de Manresa, en el término municipal de Rajadell, donde fueron encontrados los cuerpos calcinados de los jóvenes Sergio Garzón y Carlos Vilafranca, de dieciséis y catorce años, respectivamente. Los servicios de la Cruz Roja hallaron los cadáveres sobre las cinco de la tarde del domingo en un lugar denominado Torrehonda. Los dos muertos, naturales de Barcelona, habían ido a la zona de excursión.

El incendio de Manresa fue, sin duda, el más importante de los registrados. Se inició en la zona de Aguilar de Sagarra y Castelar, al mediodía del sábado, y fue avanzando hasta Rajadell. La rapidez de la propagación y la virulencia que le daban los fuertes vientos hizo que en estas poblaciones muchos de sus habitantes optaran por desalojar sus casas y resguardarse en zonas seguras. Este incendio fue provocado, al parecer, por una imprudencia de un grupo de excursionistas, que encendió un fuego para preparar su comida. Los cuatro componentes de este grupo han sido detenidos por la Guardia Civil.

El incendio de Manresa acabé, con unas 3.500 hectáreas de terreno. Un rebaño de ovejas quedé atrapado por las llamas y casi un centenar de cabezas murieron abrasadadas. El pastor, al que en los primeros momentos se dio por desaparecido, pudo resguardarse del fuego y volver más tarde a Rajadell.

Por lo que respecta al País Valenciano, dos tripulantes de un hidroavión perdieron la vida al estrellarse su aparato cuando estaban colaborando en los trabajos de extinción de un incendio iniciado en la sierra de Aitana, al norte de la provincia de la Alicante. El fuego ha vuelto a aparecer en los montes valencianos, que el pasado año perdieron alrededor de una cuarta parte de su riqueza forestal.

El lamentable accidente donde perecieron el comandante Oscar Sáez y el sargento Luis Vélez, mientras se recupera de las heridas en un centro hospitalario el capitán Pedro García Galinso, se produjo cuando el hidroavión, tras repostar agua en el embalse de Beniarres, quiso tomar altura, pero, al parecer, una de las alas rozó con los árboles de la orilla, cabeceó y se estrelló.

Paralelamente, en Valencia, a lo largo del fin de semana, se registraron nuevos focos de fuego favorecidos por el fuerte viento. Según informaron fuentes del leona habían quedado todos dominados, a excepción de uno, en los términos de Turis y Dos Aguas, que llevaba destruidas unas mil hectáreas de arbolado.

El más espectacular resultó ser el detectado el sábado en la urbanización de El Saler, que tiene todos los visos de ser intencionado. Aunque la superficie quemada no ha sido muy amplia supone un grave perjuicio para la única zona verde de que dispone el área metropolitana de Valencia.