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Controversia bancaria sobre los créditos a largo plazo con intereses variables

El próximo día 15 de este mes será firmado el primer crédito sindicado en pesetas que se organiza en España con tipo de interés variable, utilizando como punto de referencia el Madrid Interbank Offered Rate (MIBOR). El crédito será concedido por un sindicato bancario encabezado por un banco extranjero, el Manufacturers Hannover Trust, a la empresa Seat, por un importe de 5.000 millones de pesetas. Con esta operación se abre en España un nuevo tipo de operaciones que hasta ahora las empresas de nuestro país venían realizando en el mercado internacional, tomando como referencia para la fijación de los tipos de interés de sus operaciones el tipo interbancario de Londres (libor).

Medios empresariales parecen bastante satisfechos por la apertura de este tipo de operaciones, aunque en medios bancarios se ha acogido la iniciativa con algún escepticismo, y hasta con sorpresa, por el hecho de que el Banco de España haya autorizado tal tipo de operaciones, que pueden suponer, en la práctica, una transgresión de las limitaciones legales en materia de tipos de interés.

La aparición del MIBOR

El MIBOR ha sido definido en medios bancarios como el «precio alto de la peseta en el mercado interbancario de Madrid»; es decir, en las operaciones que realizan entre sí a diario los bancos para obtener y facilitarse recíprocamente fondos. La banca extranjera, debido a las limitaciones que tiene para captar recursos ajenos en el mercado español, es la que suele ser más activa en este tipo de operaciones.El tipo de interés así denominado se calcula tomando los tipos de interés practicados a lo largo de los tres últimos meses por los tres o cuatro bancos extranjeros que practican tipos de interés más elevados en el interbancario. Las oscilaciones entre estos bancos, no obstante, son escasas y se cifran, por lo general, en diferenciales del orden del 0,125%.

El primer sindicato para un crédito en pesetas fue organizado por el Manufacturers a petición de la empresa Seat y por un importe de 5.000 millones de pesetas. Esta operación está ya organizada y a punto de firma. Casi inmediatamente, los responsables del área financiera del Instituto Nacional de Industria (INI) pusieron en marcha una segunda operación, con destino a la empresa ENASA (Pegaso), para sindicar otro -crédito -esta vez por importe de 2.400 millones de pesetas-, destinado a «reestructurar su deuda a corto plazo». Esta operación se ha planteado a veinticuatro meses, y el banco al que se le encomendó la dirección total del crédito fue a Bankunión, que ha recabado la colaboración de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Barcelona para, entre ambas instituciones, dirigir el montaje del crédito.

Las condiciones

El crédito para ENASA se ha planteado con aval del INI y con un diferencial (soread) del 0,75% sobre el MIBOR, a uno, dos o tres meses, a elección de la empresa. Las dos instituciones mencionadas, que asumen la dirección del crédito, actuarán con una comisión del 0,50% y están en la actualidad garantizando la colocación de los 2.400 millones de pesetas entre otras instituciones de crédito, con ofertas de participación distintas en los beneficios, según tomen más o menos de trescientos millones de pesetas.En cuanto al crédito de Seat es también con aval del INI, y con un diferencial del 0,75% sobre el MIBOR a uno, dos o tres meses, a elección de la empresa. El crédito se ha repartido fundamentalmente entre bancos extranjeros, participando en el mismo, entre otros, el Barclays, el Dresdner Bank, el Bank of Tokio, el Saudesbank y el National Westminster Bank.

Medios empresariales han manifestado a EL PAIS que este tipo de operaciones tiene un notable interés para las empresas españolas, al facilitar el acceso de las mismas por primera vez a los recursos del mercado interbancario, además de abrir una vía de acceso también a la financiación a medio y largo plazo, cuya escasez es, desde hace unos años, bastante notable.

Quejas bancarias

Sin embargo, medios bancarios no parecen compartir la misma opinión favorable. «La única novedad que representa este tipo de operaciones viene determinada por el tipo de interés variable, ya que los créditos agrupados se han prodigado en el sistema financiero español en el pasado».Las mismas fuentes han señalado que estas operaciones de tipos de interés variables a largo plazo son, en realidad, operaciones a un mes, renovables, con tipos de interés superiores a los que establecen las disposiciones vigentes para plazos inferiores a un año, tipos que están regulados y que no han sido aún objeto de liberalización.

Por otra parte, los créditos con intereses variables tienen cláusula de cancelación, lo que constituye «una amenaza latente para la empresa que toma créditos de este tipo, que puede verse en la necesidad de devolver, en un plazo de tiempo muy breve, el dinero que le han prestado», manifestó a EL PAIS un directivo bancario.

Los tipos de interés en las operaciones a menos de un año están establecidos en el 9% más gastos diversos, lo que les hace más baratos que los de interés variable vinculados al MIBOR, aunque una fuente bancaria reconoció que «estas operaciones se intentan siempre a más de un año, para quedar en el tramo de plazos en que no existe una regulación, sino que se pueden aplicar tipos más próximos al mercado».

La escasa representatividad

Pero la dificultad que algunos bancos ven más importante a la hora de determinar la aceptación de las operaciones de crédito con interés variable estriba en la fijación de un tipo de interés objetivo que sirva de referencia a todas las operaciones que se realicen. En la actualidad, la fijación del LIBOR tiene una representatividad que muchos califican de claramente insuficiente, ya que refleja los costes de las operaciones que realizan un reducido grupo de entidades bancarias. Al estar la fijación del tipo básico de las operaciones de crédito en manos de un grupo reducido de bancos, la representatividad de los precios a que se cobra el dinero es escasa y puede estar sometida a movimientos especulativos, según ponen de relieve medios bancarios reacios a este nuevo sistema. No obstante, la fijación de un tipo de interés más representativo de las condiciones del mercado es una tarea difícil, como se reconoce casi generalmente; prueba de ello es la inexistencia de un consenso generalizado respecto al tema, a pesar de las conversaciones v de las diversas sugerencias aparecidas en los últimos meses.Finalmente, medios bancarios manifestaron su sorpresa ante la aprobación de este tipo de operaciones por parte del Banco de España, ya que, en su opinión, no sólo se saltan las limitaciones de tipos de interés establecidas para las operaciones a menos de un año, sino porque las fórmulas de crédito con interés variable habían sido propuestas hace ya algún tiempo por bancos españoles y rechazadas, mientras que ahora se ha autorizado su realización a partir de las iniciativas de la banca extranjera.

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