Medidas especiales para evitar el tráfico de drogas en la prisión de Carabanchel
El tráfico y consumo de drogas en la prisión de Carabanchel, considerado por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias como «un hecho evidente, cierto y comprobado», es posible a consecuencia de dos factores: la escasez de funcionarios de vigilancia «y el exceso de paquetes recibidos por los reclusos. La falta de funcionarios se deriva de la incapacidad presupuestaria actual, y la abundancia de paquetes se tolera porque se reconoce oficialmente la mala calidad de la comida que se sirve diariamente a los presos».La Dirección General de Instituciones Penitenciarias explica que el número de funcionarios dedicados al control de paquetes es el de tres, un equipo muy, corto para comprobar el contenido de mil paquetes por día, cifra posible, «puesto que hay mil reclusos en Carabanchel, y todos ellos están autorizados a recibir un paquete. La dirección general ha extremado las medidas de vigilancia en los últimos meses y, sobre todo, en las últimas semanas. Precisamente, uno de los controles que se practicaron fue la causa de la disputa de que se da noticia en EL PAIS de anteayer».
Según el portavoz de la dirección general, dos medidas han sido previstas para corregir el tráfico y consumo de drogas en los centros penitenciarios. «Una está contenida en el nuevo reglamento de prisiones, que ya ha sido elaborado y que pasará inmediatamente al trámite de homologación por el Consejo de Estado. En este reglamento se estipula una drástica reducción en el número de paquetes que los internos pueden recibir del exterior y en el peso del contenido: de un paquete por día se pasará a un paquete por mes. Actualmente se procede con un amplio margen de tolerancia porque, en efecto, la comida que se sirve en las prisiones es de baja calidad, y ello no ha podido corregirse por la repetida incapacidad presupuestaria. Ahora, el precio total de los platos que se sirven a cada recluso es de 110 pesetas; una cantidad muy baja. De alguna manera, los familiares pueden compensar esta, deficiencia desde el exterior con el complemento alimenticio de los paquetes. En el nuevo reglamento se solicita una ampliación de los presupuestos para mejorar la calidad de la comida y,. en consecuencia, para reducir con toda propiedad el número de paquetes y su peso».
El alto número de paquetes recibidos a diario por los reclusos y la baja dotación de funcionarios dedicados a la vigilancia son dos factores que permiten una cierta impunidad a los traficantes y consumidores de droga. «Por ello se hace necesaria, además de la pronta homologación del nuevo reglamento por el Consejo de Estado, una ampliación de la plantilla de funcionarios de vigilancia.
En Alemania hay 26,6 funcionarios para cada cien reclusos, y en Italia, 23 por cada cien. En España, este porcentaje se limita a un 4,6. es decir, a una cifra muy baja. Por el momento, han sido convocados concursos-oposición, a fin de ampliar las plantillas españolas en 592 plazas para funcionarios interinos, que es el número compatible con los presupuestos asignados».
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