El West Ham-Castilla se jugará en Londres a puerta cerrada

El West Ham-Castilla se disputará en el terreno del equipo londinense, pero a puerta cerrada, según decisión adoptada ayer por el Comité de Apelación de la Unión Europea de Fútbol Asociación (UEFA), ante el que habla recurrido el West Ham.

Con anterioridad, el Comité de Disciplina de la UEFA había decidido clausurar el campo del equipo inglés para dos partidos de competición europea. La directiva del Madrid acogió con reserva la noticia. El hecho no tiene precedentes en las competiciones europeas. El partido se jugará el próximo miércoles, a las 19.30

Los antecedentes de la sanción al West Ham están en el partido de ida de la eliminatoria, disputado el pasado día 17 en el Bernabéu, y ganado por 3-1 por el Castilla. El encuentro correspondía a la primera eliminatoria de la Recopa. En el curso del mismo, los hinchas del equipo inglés promovieron diversos desórdenes. El más llamativo de ellos fue el provocado por algunos hinchas que orinaron desde el primer anfiteatro sobre los aficionados de la grada de preferencia. Antes y después del encuentro hubo en la calle importantes incidentes, entre ellos uno especialmente trágico cuando un hincha inglés fue atropellado por un autobús a la salida del campo, y falleció de resultas del atropello.

La Comisión de Disciplina de la UEFA decidió, en principio, sancionar al West Ham por la conducta de sus hinchas con la clausura de su campo por dos partidos de competiciones europeos. Eso obligaba al West Ham a buscar para el partido de vuelta con el Castilla un campo distante cuando menos trescientos kilómetros de Londres. Tras examinar algunas posibilidades, se decidió por Sunderland, ciudad situada en la costa noroeste de Inglaterra, cerca ya de Escocia. En el Madrid se interpretó como un gesto de buena voluntad el haber escogido esta ciudad tan lejana.

Pero, paralelamente a la designación del escenario el West Ham había presentado ante la UEFA un recurso, en el que no tenía muchas esperanzas, contra la sanción. El Comité de Apelación decidió, tras examinar el recurso, agravar la sanción. Por primera vez en la historia de las competiciones europeas se obliga a un club a jugar en su campo a puerta cerrada. Sólo se admitirá una delegación de setenta personas por cada club (en este cupo deben ir incluidos los jugadores y técnicos), los representantes de los medios de información, el trío arbitral, el delegado de la UEFA y cuantos observadores consideren necesarios la Asociación Inglesa de Fútbol y la UEFA. Se condona la primitiva sanción económica de 1.350.000 pesetas, pero el hecho de obligar a jugar al club a puerta cerrada le produce un perjuicio económico muy superior, pues le deja sin taquilla en este encuentro en el que bien pudiera haber recaudado diez o quince millones de pesetas. El West Ham tratará de resarcirse de esta pérdida con la transmisión del encuentro a través de circuito cerrado, y habilitando algunas salas de cine para los aficionados, si bien no es seguro que pueda llevar a cabo este proyecto.

El Madrid acogió con reserva la noticia. Luis de Carlos afirmó que «nosotros nada tenemos que decir. Iremos a jugar donde nos manden». No consideró probable que esta sentencia exaltase los ánimos de los hinchas ingleses. De Carlos no acudirá a Londres, pero a esta decisión no le mueve ningún temor por posibles incidentes: «El Madrid juega aquí, con el Limerick, en la misma fecha. Cuando estuvimos en Dublín hubo un malentendido, felizmente resuelto, con la directiva del equipo irlandés, y si me voy a Londres podrían pensar que no les quería recibir por aquel incidente».