Las mujeres de Yuncler reivindican la "retención" del hijo de un empresario
Las esposas de veintiocho trabajadores de la empresa toledana Cerámica del Carmen, Martín Aguilar, SA, asumen la responsabilidad derivada de la retención en el Ayuntamiento de Yuncler del hijo del empresario y responsable directo de la fábrica, José Félix García Gil, quien, según todos los indicios, observa ciertas lagunas en su gestión empresarial. Además de reivindicar su protagonismo en los sucesos, esas mujeres aseguran que no cejarán en su postura hasta que aquél haya saldado la deuda que tiene contraída con sus empleados, y que se aproxima a los diecisiete millones de pesetas.
Las mujeres creyeron llegada la hora de llamar calzonazos a sus esposos y decidieron «ponerse los pantalones». Durante años aguantaron retrasos, e incluso impagos, en el cobro de salarios; pero el telegrama firmado por la dirección de Cerámica del Carmen, Martín Aguilar, SA, empresa dedicada a la cerámica en la localidad toledana de Yuncler, en el que se comunicaba el próximo despido de los veintiocho trabajadores de plantilla, colmó su férrea paciencia.El pasado martes, el abogado de la empresa se desplazó a Yuncler para resolver una delicada situación. Hace siete meses que los trabajadores de Cerámica del Carmen, Martín Aguilar, SA, no cobran. La empresa. en este tiempo, desembolsó una vez 7.000 pesetas, y otra 3.000 pesetas, a cada empleado. Con los atrasos acumulados, la sociedad tiene contraída una deuda con su plantilla próxima a los diecisiete millones de pesetas, según algunas fuentes. Y desde hace tres meses, salvo en un par de ocasiones, los hornos de la cerámica no se calientan.
La sola presencia del mencionado abogado, F. D. D. M., no convenció a las mujeres de los trabajadores. Ellas exigieron la presencia del empresario José Félix García Gil, para negociar, y, en su defecto, la de su hijo, José Andrés García Martin, estudiante de Derecho y titular del 25 % de la fábrica. Este se presentó -camisa, pantalón vaquero y sandalias- en Yuncler y se encontró con que las esposas de sus -trabajadores no estaban dispuestas a dejarle salir del ayuntamiento, lugar de la cita, hasta que no satisficiera las deudas pendientes, que en algunos casos llegan a medio millón de pesetas.
José Andrés García durmió, la noche del martes, en el ayuntamiento. El miércoles, a última hora de la tarde, se presentó en Yuncler su padre (hasta entonces en paradero desconocido), responsable directo de la administración de la empresa y titular de unos poderes en los que se le faculta para disponer de los bienes del hilo. A prinieras horas de la noche comenzó la negociación entre el comité de empresa, algún representante sindical y el empresario.A partir de ese momento, y hasta las tres de la madrugada del jueves, se sucedió una cadena de afirmaciones y promesas que más tarde encresparían el ánimo de los trabajadores. José Félix García Gil aseguró que tiene en propiedad una veintena de fincas con las que puede hacer frente a las deudas, y a mediodía de ayer se comprobó que prácticamente todas están hipotecadas por valor de cincuenta, millones, aproximadamente
La empresa Cerámica del Carmen, Martín Aguilar, SA, fue fundada en 1945. Desde hace ocho años, por transmisiones testamentarias, es regentada por José Félix García Gil, quien traspasó su condición de sociedad limitada a sociedad anónima, motivo este de un contencioso con su familia.
La fábrica, asentada en las proximidades de la carretera general de Madrid a Toledo, en la localidad de Yuncler, tiene capacidad para producir 75.000 unidades diarias de ladrillo. La utilización del complejo, sin embargo, no alcanza a la mitad de su producción.
La sociedad Cerámica del Carmen, Martín Aguilar, SA, con veintiocho trabajadores en plantilla, tiene una nómina que asciende a las 215.000 pesetas semanales.
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