"Holding" vasco en el sector de electrodomésticos
Otras tres empresas del sector de electrodomésticos han llegado a una fórmula de compromiso para constituir un nuevo grupo que permita su relanzamiento. Se trata del grupo Fabrelec, con sede en Basauri (Vizcaya), fabricante de los electrodomésticos Westinghouse, la empresa Sagarduy (del grupo Artiach), fabricante de las marcas Far y Thimshel y de Mayc, SA, cuyos productos salen al mercado con la marca Otsein.
En los primeros días de octubre estará finalizado un plan de viabilidad de la nueva sociedad cuyas bases serán presentadas hoy a los medios informativo por los responsables directivos de las tres empresas; éstos, sin embargo, han preferido guardar hasta entonces silencio.Este nuevo holding vasco se anuncia inmediatamente después del constituido hace días por otras seis empresas (Domar, Corberó, Bru, Carsa-KeIvinator, Meparrisa y Solthermic), denominado Nuevo Grupo de Electrodomésticos, nuclearizado en las del grupo de Banca Catalana (véase EL PAIS del 19 de septiembre).
Las tres empresas vascas están integradas en el grupo de cabeza, según cifras de ventas a nivel nacional, facilitadas por el propio sector. En 1978, el volumen de ventas de las tres empresas totalizó 12.116 millones de pesetas, lo que suponía casi el 15,3 % del total de las catorce primeras empresas del país (79.385 millones de pesetas). El número total de sus trabajadores (3.647) representaba el 15,8% de las plantillas de esas «catorce grandes» (23.042 trabajadores).
La Administración conoce la marcha de constitución del nuevo holding, hasta el momento, de una manera oficiosa. «Nos pondremos en contacto con los. responsables del Ministerio de Industria, una vez que hayamos concluido el plan de viabiIidad», manifestó a EL PAIS un responsable de Fabrelec.
Precisamente, el pasado 17 de septiembre, el Boletín Oficial del Estado publicaba la concesión de un crédito excepcional de 595 millones de pesetas a la empresa Sagarduy, SA, situada en la localidad de Orduña (Vizcaya); la empresa presentó hace meses suspensión de pagos con un activo de 1.800 millones de pesetas y un pasivo de 1700. Actualmente, tiene parada la producción por falta de materias primas y capacidad financiera para comprarlas. Este crédito, concedido por razones de tipo social (casi todo el pueblo de Orduña depende de la empresa), permitirá reiniciar la producción en pocas semanas.
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