Comisiones solicita un aumento de la plantilla de Hunosa

La creación de 1.700 puestos de trabajo, una cantidad lineal de 10.000 pesetas para cada trabajador, complementos salariales en función de la potencia de los talleres, la conversión de los trabajadores que están a incentivo en destajistas habituales, la restitución de algunos artículos de la ordenanza laboral y reivindicaciones sociales tales como el descanso de los sábados, prestaciones económicas justas a los silicóticos en primer grado de baja por accidente y coeficiente reductor para las categorías díscriminadas, son algunas de las peticiones formuladas por la sección sindical de Comisiones Obreras de Hunosa, en un programa presentado a los trabajadores para su discusión con la finalidad de recuperar progresivamente el poder adquisitivo de los salaríos.El documento de CC OO denuncia la ausencia de una real descentralización en los planes de reestructuración de la empresa, el fracaso de los proyectos de diversificar la producción después del veto recibido para la construcción de la central térmica de Riaño, la falta de participación de los trabajadores y del Consejo Regional de Asturias en la reestructuración y el favorecimiento de la importación de carbón sin limitaciones, con los perjuicios que implica para el desarrollo de las empresas mineras y, en concreto, de Hunosa.

Esta sección solicita la celebración de las elecciones sindicales antes de finales del mes de octubre, para negociar inmediatamente el convenio colectivo. La reestructuración de Hunosa es calificada de salvaje por Comisiones Obreras. «Bajo la apariencia de cambiarlo todo», afirma, «deja todo igual, imponiendo un contrato-programa que de por sí hace peligrar la continuidad de muchas explotaciones de la empresa, con implicaciones tales como una alarmante reducción de puestos de trabajo». La sección de esta central sindical entiende que los mineros de Hunosa son, más que cualquier otro sector, quienes están sufriendo la agresión del Gobierno y la patronal. En este sentido cita como ejemplos la imposición del laudo en 1980 y la congelación de varios artículos de la odernanza laboral. La situación de la primera empresa hullera asturiana y española se ha caracterizado por crecientes pérdidas en el pasado, pudiéndose alcanzar este año una cifra récord.