Von Siemens: "La inversión privada, única forma de luchar contra el paro"

«La única forma para luchar contra el paro es la reactivación de la inversión privada, actuando el Estado solamente de impulsor inicial», afirmó ayer Peter von Siemens, presidente de la compañía Siemens, SA, del Instituto de Economía alemán y de la Conferencia Mundial de la Energía, en el transcurso de una conferencia de Prensa dedicada en su mayor parte a examinar políticas de lucha contra el desempleo.Las teorías keynesianas tradicionales para la lucha contra el paro, afirmó Von Siemens, desembocan en un déficit excesivo del sector público; los resultados de esas políticas fueron «decepcionantes durante la década de los setenta».

Entre las fórmulas de política económica válidas para la lucha contra el paro, el presidente del Instituto de Economía alemán se refirió a medidas orientadas hacia la oferta, a los estímulos del Estado hacia la inversión, la reducción de la carga impositiva y la moderación salarial.

«En el inicio de la reactivación económica es necesaria una acción del Estado mediante inversiones en infraestructura, sector energético, telecomunicaciones y agricultura; pero solamente en un principio, hasta que la economía recobre su pulso», aseveró Von Siemens, a quien acompañaban los profesores Freudenfeld, Schlaffke y Vogel, miembros del Instituto de Economía alemán.

Cogestión y paz social

Por lo que respecta a las relaciones laborales, los economistas alemanas señalaron que el sistema de cogestión ayudaba al establecimiento de una paz social, «aunque también plantea ciertos problemas para las empresas, al aumentar las peticiones de los trabajadores hasta límites excesivos».

Al comentar la situación económica internacional surgida a raíz de las continuas subidas de los crudos, Peter von Siemens insistió en la necesidad de continuar las investigaciones de fuentes «aditivas» -no se debe hablar de fuentes alternativas, dijo- que abran vías de solución a medio plazo.

Sobre la actitud de: los países de la OPEP, el profesor alemán afirmó que los «países productores de petróleo deberían ser los banqueros del desarrollo», refiriéndose a la labor que puedan llevar a cabo mediante inversiones en naíses no desarrollados.