Próxima depuración en el seno del Partido Comunista polaco

El Partido Comunista polaco está dispuesto a depurar a los elementos «corruptos e incompetentes», según anunció ayer el órgano oficial Trybuna Ludu. Esta posibilidad se veta venir desde el inicio de la crisis en Polonia, y especialmente desde que el líder sindical, Lech Walesa, denunció los privilegios que disfrutan, en su opinión, los miembros del aparato del partido y de la Administración.

Durante las últimas semanas circulan en medios obreros polacos listas de personalidades que son acusadas de haber abusado de su situación para enriquecerse. Incluso la Prensa oficial había iniciado pequeñas denuncias en este sentido, al criticar el «excesivo lujo» de los despachos de algunos directores de empresa.El pasado 30 de agosto, Trybuna Ludu fue aún más explícita en un artículo que decía que era imposible negar que «entre los miembros del partido hay algunos que no son dignos de los puestos que ocupan, debido a su falta de honestidad».

El inicio de la depuración lo marcó el reciente cese del presidente del comité de radiotelevisión, Maciej Szczepanski, seguido del anuncio de que se abría una investigación sobre sus actividades. La información publicada ayer en Trybuna Ludu subraya, sin embargo, que esta depuración se va a limitar, únicamente, a «una serie de individuos totalmente marginales que son una amenaza para la credibilidad y reputación del partido», por lo que es preciso alejarlos. Esta matización parece dejar claro que no se va a tratar de un cambio de cuadros, unido a la llegada del nuevo primer secretario, Stanislaw Kania. El órgano comunista habla en concreto de individuos que «han perdido la honestidad, dejándose arrastrar por las tentaciones de una vida más fácil, gracias a la corrupción».

Los nuevos sindicatos independientes polacos tienen desde ayer personalidad jurídica.

Los fundadores de los sindicatos independientes pueden pedir que se registre la nueva organización en el juzgado de distrito de Varsovia, mediante una solicitud que contenga los nombres de los miembros del comité de fundadores y los estatutos.

El decreto que canaliza este registro va firmado por el presidente del Consejo de Estado, Henryk Jablonski, y prevé la anulación del registro de un sindicato si su actividad es contraria a las leyes existentes.

El juzgado examinará si los estatutos están de acuerdo con la Constitución y otras leyes. En caso de que se deniegue la petición se puede apelar al Tribunal Supremo.

La ausencia hasta ahora de una legislación de este tipo había provocado serias inquietudes en el seno de los nuevos sindicatos, y Lech Walesa había amenazado con desencadenar una nueva huelga, a partir del próximo miércoles en los astilleros de Gdansk, si la organización sindical que él dirige no se registraba de inmediato.

Fuentes sindicales han anunciado que el próximo miércoles se celebrará en Gdansk, puerto donde se iniciaron los conflictos laborales este verano, una reunión de representantes de trabajadores de todo el país para gestionar la fundación de una central sindical de ámbito nacional.

Por otra parte, ayer se iniciaron nuevas huelgas en Kielce, ciudad situada en el centro de Polonia, donde los 1.500 empleados de una industria papelera y trabajadores del sector servicios de la ciudad exigen aumentos salariales y la creación de sindicatos libres.