Los aficionados sevillistas

no guardan muy buenos recuerdos de los delanteros argentinos Héctor Scotta y Daniel Bertoni, a los que la directiva del Sevilla CF traspasó recientemente. Pero, antes de marcharse, los polémicos futbolistas encargaron al imaginero sevillano Alvarez Duarte una talla del Cristo del Gran Amor para donarla a la catedral de Buenos Aires, cuyo rector, monseñor Keegan, ha llegado a Sevilla para hacerse cargo de la imagen, conocida ya popularmente como «el Cristo de los futbolistas», según informa José Aguilar.Y quienes tampoco estarán contentos son los jugadores, empleados y hasta el médico del citado club de fútbol con los insultos y golpes que les propinó el guardameta del equipo, Francisco Ruiz Brenes, más conocido en el mundo deportivo por Superpaco. Muy enfadado con los informadores, que hablaban de su pase a la reserva y su sustitución como portero titular del Sevilla por el joven Buyo, al término de los últimos entrenainientos, Paco la emprendió a porrazos con el periodista José Manuel García, de El Correo de Andalucía, y con todos aquellos que acudieron a calmarle los ániinos.