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La victoria de Nelson Piquet da enorme emoción al Mundial

La victoria de Nelson Piquet en el Gran Premio de Holanda de Fórmula 1, disputado el pasado domingo en el circuito de Zandvoort, unido al hecho de que el líder del mundial, el australiano Alan Jones, no pudiera puntuar, brinda una emoción infrecuente para estas últimas carreras del campeonato. Cuando sólo quedan tres pruebas para que termine la temporada -el Gran Premio de Estados Unidos-Este ha sido ya oficialmente reconfirmado-, este joven brasileño, que acaba de cumplir hace quince días veintiocho años, está a sólo dos puntos de Alan Jones. La carrera holandesa, pues, no sólo no sirvió para que Jones alcanzara de forma matemática el título mundial, sino, antes al contrario, para que la clasificación diera un vuelco espectacular.De cualquier forma, el que Piquet figure ahora en segunda posición del mundial, a sólo dos puntos de Alan Jones, no debe ser una sorpresa. Pese a contar con un coche -el Brabham- muy inferior a los Ligier, Williams y Renault en algunos casos, la habilidad del joven brasileño le ha permitido llegar a la meta en nueve de las once carreras disputadas hasta ahora, y siempre entre los mejores. Ese elevado promedio de carreras terminadas, y siempre en un buen lugar, no igualado por nadie, ha llevado al joven Nelson Piquet -que ya destacó la pasada temporada, su primer año formando parte del circo, como uno de los pilotos con más posibilidades, pese a que entonces sólo puntuó en una carrera de todo el campeonato- a convertirse en la alternativa de Alan Jones para el título mundial.

Mala suerte de Jones

Sin embargo, en descargo del todavía líder de la clasificación provisional del mundial hay que contabilizar la mala fortuna que le acompañó en Zandvoort, un circuito donde la pasada temporada consiguió una bella victoria. Después de tomar la cabeza de la carrera desde la primera vuelta y de controlar a todos sus rivales durante algún tiempo, Alan Jones tuvo que entrar en boxes para que sus mecánicos liberasen la articulación de las faldillas de su Williams. El australiano, llevado por su enorme ímpetu inicial, había lamido el borde de la pista en la salida de una de las curvas, y aunque no llegó a dañar el coche, parte de la arena y de la hierba que bordea el circuito de Zandvoort se le había colado dentro del armazón de las faldillas, por lo que éstas perdieron la movilidad y juego que deben tener. Y ante la enorme peligrosidad de rodar en un circuito tan rápido como el holandés sin que las faldillas -que son la base de sustentación de estos coches de estructura de ala invertida- funcionasen correcta mente, Alan Jones optó por entrar en su box para proceder a la oportuna reparación, aun consciente de que con ello perdía toda opción a figurar en los puestos de honor.

A partir de entonces la carrera pasó a ser dominada por el francés Jacques Laffite -Ligier-, pero éste no pudo resistir durante mucho tiempo el ataque de Piquet, que venía desde atrás después de haberse desembarazado de Arnoux.

Tranquilidad para Piquet

Ya en cabeza, el joven brasileño aumentó su ventaja sobre Laffite, sin que ni éste ni ningún otro llegaran a inquietarle el resto de la carrera, que Piquet realizó en cabeza y en solitario. Por detrás suyo, Laffite aguantó muy bien el ataque del italiano Giacomelli, quien, con el Alfa Romeo, estaba realizando una carrera espectacular. Pero, en su ímpetu por rebasar a Laffite a toda costa y conseguir la segunda posición, Giacomelli cometió un error, saliéndose de la pista.

Cuando la carrera estaba a punto de terminar, Arnoux, que había cuidado sus neumáticos hasta ese momento para que éstos no le traicionasen como dos semanas antes en Austria, se lanzó en un desesperado ataque sobre Laffite, al que llegó a rebasar dos vueltas antes del final. Mientras, el norteamericano Andretti, que había rodado en cuarta posición durante buena parte de la carrera, se hundía por problemas mecánicos, siendo superado por Reutemann -cuarto al final-, Jarier, Prost y Villeneuve.

Después de esta prueba, y cuando quedan aún tres para que la temporada finalice -Italia, el 14 de septiembre; Estados Unidos-Este, el 5 de octubre, y Canadá, el 12 de octubre-, la clasificación del mundial sigue encabezada por Alan Jones, con 47 puntos, seguido por Nelson Piquet, con 45; el argentino Carlos Reutemann, con 33, y los franceses Jacquet Laffite -32 puntos-, Rene Arnoux -29- y Didier Pironi -23-.

Pero, de esas tres carreras pendientes, el brasileño Piquet sólo puede sumar un resultado -tiene ya cuatro en esta segunda mitad de temporada-, descontándose los malos resultados si los mejora, mientras Jones puede aún apuntarse dos resultados sin necesidad de descontarse. Eso da algo más de ventaja -aunque sólo teórica- al australiano.

En estas tres últimas carreras que quedan por disputarse, la emoción y el interés serán notas dominantes. Porque, pese a esa ligera ventaja teórica del mejor coeficiente a favor de Alan Jones, éste no podrá mantener una táctica prudente, sino que deberá forzar para lograr una victoria que le dé la seguridad de conquistar el título. Y, al forzar, el riesgo de cometer un fallo que acarree el abandono aumenta considerablemente.

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