Antonio Gala anuncia el estreno de una nueva obra

No fue suficiente el salón de la Reina, habitual escenario de las conferencias programa por el seminario internacional de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, de Santander, para acoger a todos los que deseaban asistir a la conferencia del escritor y autor teatral Antonio Gala. Cambió éste la real aula por el más aparentemente prosaico paraninfo de las caballerizas, en el que tuvo que ponerse el cartel de «No hay billetes», anuncio que volvería a repetirse, unas horas después, en el teatro en el que se estrenó ayer en Santander la última obra de Gala, Petra regalada. En su conferencia, el escritor anuncio para el próximo mes de septiembre, en Madrid, el estreno de una nueva obra suya.Antonio Gala llegó a Santander para hablar del teatro de hoy y del teatro de mañana en el seminario internacional que, con el títu.lo de Cultura, sociedad y política en el mundo actual, dirige el rector de la UIMP, Raúl Morodo. Y lo hizo al mismo tiempo, aunque por diferentes caminos, Petra regalada, su última obra estrenada después de cinco años sin ser representada en España. Alejado de la esceria, en una separacion que, como «no era judicial, ni con malos modos, ni tirándonos los trastos a la cabeza», le ha permitido volver ahora con Petra regalada. Tras el regreso y el éxito, Antonio Gala confiesa que le ha vuelto el deseo de escribir y ya tiene lista para estrenar en septiembre, con Mari Carrillo como protagonista.. La vieja señorita del paraíso, a la que califica de «drama edificado en los arrabales del amor y en la que intento reflejar esa sociedad del desamor en que vivimos».

Amor y desamor

Pero la historia inmediata es Peira regalada, «con la que cumplo, una vez más, mi propósito de hacer de una historia íntima una historia colectiva». Una mujer (siempre el personaje femenino presente en sus obras) que «de alguna forma es España y así debe ser entendido. El que no quiera ver esto puede contemplar una vida, límite en apariencia, donde, como en todas, en mayor o menor grado, haya amor y desamor, corrupción y purificación, júbilo, catástrofe», dijo Antonio Gala, quien afirmó también que esta historia «individual y, en cierta forma, una historia común» nunca pudo, o podrá, suceder en otra parte que en España.Antonio Gala terminó su brillante conferencia en la tribuna universitaria afirmando rotundamente que «un teatro nuevo sólo puede conseguirse transformando toda la sociedad, toda la vida española», porque «si hay crisis en la sociedad hay crisis en el teatro», que no va «nunca por delante de la vida, porque es el trasunto y el reflejo de la vida misma». Para el escritor, la sociedad está evolucionando «quizá para peor, y, lógicamente, el teatro se tiene que plantear su futuro», que no puede construirse mirando hacia atrás porque «ni un teatro ni una política de nostalgia pueden salvar a un país».

La búsqueda de los «culpables» de que el teatro se haya «transformado en uno de los sectores más deprimidos del contexto cultural español» es labor que no asume Antonio Gala, para el que la sociedad española «tiene la fea costumbre de delegar siempre sus funciones en el Estado».