Casa sindical de Aranjuez

Hace días, en diversos medios de comunicación, y en concreto en el diario EL PAIS, apareció la noticia de que la casa sindical de Aranjuez había sido devuelta a UGT.El hecho ha causado sensación por negativo, para la inmensa mayoría de los trabajadores de Aranjuez, toda vez que es público que el local que ahora se entrega a UGT -por cierto, una fuerza minoritaria en el espectro sindical de este pueblo- ha sido levantada con la cuota obligatoria que durante la dictadura se nos descontaba a los trabajadores por la extinta Organización Sindical verticalista.

Dice UGT que con dicha devolución se repara el expolio que se llevó a cabo tras la guerra civil, de unos terrenos sobre los que hoy se asienta la actual casa sindical. Y digo yo que lo que se ha hecho es reparar un robo histórico con un robo mayor que va a hacer historia, obligatoriamente, a juzgar por la condena y el rechazo que tal medida ha encontrado entre los ambientes laborales de Aranjuez.

No conozco qué criterios han guiado al señor ministro de Trabajo para cometer semejante atropello, a no ser que haya sido el de compensar los servicios prestados por UGT, que, como se sabe, a lo largo del presente año ha aprobado el Estatuto de los Trabajadores y el AMI, que tantos perjuicios han causado a la clase obrera.

Pues bien, señor ministro, en Aranjuez, UGT no le garantiza la paz social que usted reclama, y no por falta de ganas, sino por su manifiesta incapacidad e influencia escasa, y sepan los dirigentes de UGT que al aceptar semejante «chanchullo» se enfrentan a la mayoría de los trabajadores, que ya hace un año, mediante un escrito entregado al delegado provincial y respaldado por la firma del 85% -sí, han leído bien- de los delegados locales, manifestaron que el patrimonio sindical debía ser devuelto a todos los trabajadores y sindicatos./

Aranjuez.