Reclusos de ETA y comunes provocan incidentes graves en la cárcel de Carabanchel

Ocho reclusos de la organización vasca ETA y siete comunes, internados en la cárcel de Carabanchel, fueron trasladados ayer a los centros penitenciarios de Herrera de La Mancha, Ocaña y Burgos, después de que el domingo por la noche provocaran graves incidentes en la tercera galería de la prisión madrileña. La Policía Nacional, a requerimiento del director de la cárcel, hubo de intervenir para restablecer el orden.

Junto a los quince reclusos que intervinieron directamente en los desórdenes, a consecuencia de los cuales fue agredido un funcionario y otro pudo librarse in extremis, un número elevado de presos provocó en el interior de sus celdas un fuerte escándalo, al golpear de forma continuada, durante una hora, las puertas de aquéllas y otros materiales.Los desórdenes comenzaron poco después de las nueve de la noche del domingo, tras el último recuento del día llevado a cabo en la citada tercera galería por varios funcionarios. En ese momento, los quince reclusos citados se negaron a subir a sus celdas y, tras forzar la puerta del comedor, lograron alcanzar el patio de la prisión.

Según una nota oficial de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, los internos se negaron a cumplir las órdenes de los funcionarios y comenzaron a insultar y a amenazar a aquéllos. Un funcionario resultó lesionado con golpes en la cabeza y un segundo logró repeler la agresión. «Poco a poco», dice la nota oficial, «los internos fueron deponiendo su actitud y recluyéndose en sus respectivos departamentos, excepto dos, que se enfrentaron a los funcionarios, uno de ellos esgrimiendo un hierro y otro mediante la agresión directa»,

La Policía Nacional, requerida por la dirección de la prisión, logró la separación y detención de los reclusos que participaron en los desórdenes. A pesar de la gravedad de los hechos, el director del centro penitenciario, Eusebio Hernández, señaló a EL PAIS que, «en mi opinión, no puede hablarse de intento de motín, aunque sí de incidentes graves. Personalmente, no entiendo el comportamiento de los internos de ETA, pues siempre han mantenido en esta prisión un comportamiento correcto».

Según varias fuentes, los desórdenes pudieron ser iniciados por reclusos comunes, a los que se sumaron los etarras, si bien la nota oficial reparte la responsabilidad entre ambos grupos.

Se da la circunstancia de que desde el pasado día 14 se venían produciendo en la prisión diversos actos de indisciplina aislados, en los que participaron, igualmente, internos de ETA y comunes.

La tercera galería está considerada como la más segura de las siete con que cuenta el centro. En ella están recluidos los internos que tienen presunta responsabilidad en delitos de sangre y los presos comunes considerados peligrosos.

Tras los sucesos, los implicados fueron aislados en celdas de la séptima galería y posteriormente, trasladados a Herrera de La Mancha (considerada de máxima seguridad) cuatro etarras, a Burgos, otros cuatro internos de ETA y dos comunes, y a Ocaña (Toledo), los cinco presos comunes restantes. La situación en la prisión en el día de ayer, según el director de la misma, podía considerarse normal.

Actualmente, en el centro penitenciario de Carabanchel se encuentran recluidas 1.022 personas, de las que 45 de ellas están acusadas de pertenecer a la organización ETA.