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La dependencia energética española será rebajada al 50% en 1990

El grado de autoabastecimiento energético español deberá situarse, en el año 1990, en el 50% de nuestras necesidades, frente al 30% actual, manifestó Luis Magaña, comisario de la Energía y Recursos Minerales, en el curso de una conferencia pronunciada en Gijón en la clausura de las Jornadas asturianas de Desarrollo Regional.Magaña señaló que el logro de este objetivo exigirá la potenciación de otras fuentes alternativas de energía, entre las que destacó el carbón, llamado a jugar un importante papel en el futuro energético del país, ya que deberá representar el 22% del consumo dentro de diez años. Otro tanto deberá suceder con la energía nuclear, que cubrirá el 16% del consumo, la energía hidráulica (el 9%), el gas natural (el 7,5%) y las nuevas energías, con el 1,5%.

Acelerar el PEN

«El agravamiento de la crisis energética», señaló el señor Magaña, «ha determinado al Gobierno a forzar el calendario del plan energético y acelerar el cumplimiento de las directrices aprobadas por el Congreso de los Diputados; nuestro gran objetivo nacional se cifra en rebajar en veinticinco puntos, durante la próxima década, nuestra dependencia del petróleo, pasando de una participación del 69% en nuestro actual balance energético, al 44 % en 1990; en las actuales circunstancias, este es uno de los desafíos más acuciantes que tiene planteados la sociedad española: nuestra supervivencia económica y la capacidad para remontar la crisis depende en buena medida de que seamos capaces de dar una respuesta adecuada a este problema, liberándonos en lo posible de la gran hipoteca que representa para nuestra economía la factura del petróleo».Las inversiones que se están realizando para cumplir con los objetivos del PEN totalizarán, sólo en 1980, unos 330.000 millones de pesetas, de los que unos 150.000 millones han sido empleados ya a lo largo del primer semestre del año.

Por otra parte, el comisario de la Energía anunció un plan de ayudas al sector carbonífero para conseguir elevar la producción nacional de los veintitrés millones de toneladas del año pasado a 39 millones de toneladas en el año 1987. Las ayudas al sector serán similares a las que se están practicando en los países miembros de la CEE, tanto para el carbón siderúrgico como para el térmico. Los contratos entre la Administración y las empresas, que en una primera fase se realizarán con Hunosa por el sistema del contrato-programa, podrán realizarse con otras empresas del sector, arbitrando subvenciones por tonelada extraída y por otros conceptos.

Finalmente, y con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, se están realizando inversiones de cierta consideración, señaló el señor Magaña, en materia de prospección de hidrocarburos, carbón y uranio, algunos de los cuales ya están dando resultados positivos. La producción de petróleo propio en el curso de este año, puede experimentar un crecimiento bastante considerable, duplicando las cifras de 1979, aunque su aportación al abastecimiento nacional sea aún bastante escasa.

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