_
_
_
_
_

Suárez, entre dos alternativas: pacto de Gobierno o pacto de legislatura

Un «pacto de Gobierno» con la Minoría Catalana o un «pacto legislativo» son las alternativas que maneja el presidente Suárez para recomponer la imagen y, la iniciativa políticas de su mandato, deterioradas tras el voto, de censura socialista de mayo. La crítica interna en el seno de UCD, incrementada desde entonces, quedaría paliada aceptando la tesis de los «barones» sobre la corresponsabilidad y dando a éstos acceso al Gobierno. La estrategia socialista fuertemente crítica ante la figura de Adolfo Suárez, el atolladero del tema autonómico y el alarmante nivel de intoxicaciones informativas que pueden detectarse entre algunos altos funcionarios del palacio de la Moncloa terminan de conformar un panorama político veraniego gaseoso y un punto envenenado.

Fernando Abril no ha dimitido a fecha fija, ni Otero Novas ha in tentado abandonar apresurada mente el Gobierno, ni Enrique Fuentes o Angel Rojo pretenden acceder a la dirección de la política económica del país. Este mes de agosto parece haber sido tomado como campo de batalla informativo por todos los políticamente interesados en una operación abierta el pasado 28 de febrero (referéndum andaluz).Recomponer la mayoría parlamentaria con Convergencia i Unió podría tener cierto efecto ante la opinión pública, por más que en el fondo resultara una operación política Innecesaria. La Minoría Catalana viene, de hecho, «pactando» con el Gobierno central (algunos próximos al Gobierno estiman que desde Cambó). Suscribir nuevos pactos es innecesario y darles entrada en el Gobierno -según fuentes de UCD- implicaría servidumbres autonómicas hacia Cataluña que serían contestadas por otros entes autonómicos.

Por su parte, el líder de la oposición, Felipe González, parece estimar que Suárez carece de credibilidad democrática y que no es un jefe de Gobierno capaz de mantener sus compromisos políticos. En este sentido, la estrategia socialista estaría dirigida hacia la sustitución de Suárez por otro líder de UCD, aun cuando se encontrara situado a su derecha.

Con otro jefe de filas de la derecha, la ejecutiva del PSOE podría pactar un acuerdo legislativo sobre una docena de leyes orgánicas («aunque fuera necesario aparcar una ley como la del divorcio»), abrir una negociación para incrementar la deuda exterior y paliar el paro, incrementar y acelerar las transferencias a las autonomías vasca y catalana, pactar globalmente el agravio comparativo de las restantes y proceder a elecciones anticipadas en 1982.

En cualquier caso, se estima como grave que Felipe González se muestre renuente a entrevistarse con el jefe del Gobierno (pese a una petición de éste tramitada a través de Narcís Serra, alcalde socialista de Barcelona) o que la ejecutiva del PSOE pueda haber estimado que la sustitución de Adolfo Suárez es condición indispensable para un nuevo diálogo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_