Adolfo Suárez
ha hecho unas declaraciones sobre su familia y sobre la política española que él protagoniza en gran parte desde su puesto de presidente del Gobierno.El señor Suárez ha sido más optimista sobre la capacidad que él mismo tiene para descansar que sobre la capacidad que la vida política española tiene para llegar a un remanso.
Esa perspectiva fue la que le dio en su casa de vacaciones de Galicia al periodista Jaime Peñafiel, redactor jefe del ¡Hola!, revista que, en su número de esta semana, publica dichas declaraciones. Uno por uno, el presidente va analizando a los distintos miembros de su familia, a los que encuentra ingeniosos, inteligentes y guapos. El mismo matiza: cualquier padre, viene a decir, afirmaría lo mismo de sus hijos. Con respecto a su esposa, justifica la decisión de Amparo Illana de no acompañarle en sus continuos viajes porque, dice el señor Suárez, las agendas suelen estar muy repletas. y no ocurre como con otros jefes de Gobierno en sus desplazamientos, que dejan días libres para visitas de carácter privado. Adolfo Suárez, padre, se siente orgulloso de sus hijos y condescendiente y hasta feliz de que su hija Mariam tenga como novio o amigo a un joven al que él aprecia mucho. Sobre el futuro político, el jefe del Ejecutivo no ignora que «el otoño será difícil».
Adolfo Suárez se dedicó ayer a la pesca. En su jornada marinera, a bordo del yate Rosarito, se cobraron catorce tiburones. Acompañaron al presidente en la captura de escualos por las costas gallegas el secretario general de la Xunta de Galicia. José Luis Nogueira, y su secretario particular, Aurelio Delgado.
