Grave crisis en las relaciones entre Irán y la Unión Soviética

Las relaciones entre Teherán y Moscú parecen haber entrado en una fase de crisis abierta, tras las declaraciones del embajador iraní en la capital soviética, ayer, Mohamed Mokri, quien aseguró que la ruptura de relaciones podría ser efectiva si la URSS mantiene la ayuda militar a Irak.«Con esa política», dijo el embajador, «la Unión Soviética mantiene una postura imperialista dirigida contra el Irán revolucionario». Mokri dejó claro que, de persistir la actitud soviética, Teherán reduciría su representación diplornática en Moscú a una simple oficina encargada de negocios.

Asímismo, el ayatollah Hijazi amenazó en la manifestación de ayer en Teherán, durante la «Jornada de Jerusalén» a la Unión Soviética, con una insurrección de su población musulmana. «Si el imán Jomeini pide a los setenta millones de musulmanes de la URSS que se levanten, lo harán sin duda. Y vamos a pedir al imán que hable». En su discurso dijo, además, el ayatollah Hijazi que la URSS «estaba implicada en un compló anti-iraní».

Por otra parte, el Parlamento iraní (Majlis) propuso ayer al integrista islámico Mohamed Alí Radjai, ex ministro de Educación con Medhi Bazargan, como futuro primer ministro al presidente de la República Islámica, Adbolhassan Banisadr.

El propio Banisadr comentó horas antes que «Radjai era el candidato con mayores posibilidades», y que él mismo apoyaba su candidatura. Poco después, el candidato mantuvo una entrevista con el imán Jomeini, a raíz de la cual se produjo la petición parlamentaria.

El nombramiento de nuevo primer ministro iraní rompe el atolladero político en que se encontraba el país y la prórroga para la nominación de jefe de Gobierno, que sobrevino a raíz de las discrepancias entre Banisadr y los sectores más fanáticos del clero musulmán.

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