De Moscú a Prado del Rey
Indignante, lamentable, discriminatorio y bajo el trato que Televisión Española ha dado a nuestros atletas. Ni siquiera cuando han ganado una bien merecida medalla de oro. No hay derecho a comportamiento semejante; a que se nos quite la información en el momento culminante de entrega de medallas, tal vez por aquello de que «ojos que no ven ... ». Pero nuestros atletas lo han dicho bien claro. Por Radio Nacional, el medalla de plata de atletismo se lamentaba: «Me hubiese gustado que ondease la bandera española en lugar de la olímpica».Vergonzoso todo lo que pasa con nuestro deporte y sus dirigentes. Por lo menos, Perico Fernández se dio una satisfacción con el precioso puñetazo que le propinó al árbitro, tal vez el menos culpable.
Lamentable e injusto que «los que pueden» hayan cambiado el deporte español en la olimpiada de Moscú por un puñado de cacahuetes americanos.
Les han cedido a los yanquis mucho más de lo que recibimos a
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cambio, y más hermoso, mientras que la propia familia del señor Carter le mete un hermoso gol, tremendo gol, en la portería presidencial, a él que tiene la «exclusiva» de los derechos humanos.
¿Cómo la Televisión, que pagamos todos los españoles, la manipulan entre unos pocos señores y la deterioran día a día de forma tan descarada e indignante? ¿Qué poder tienen? Tal vez descansarán cuando acabe la olimpiada, pero tendrán que seguir oyendo el desprecio al que se han hecho acreedores. ¿Por qué no se marchan ya? Y Miguel Ors, al despedirse, no le eche la culpa a Dios si no se retransmite al día siguiente. Por favor./
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