Mucho calor y poco negocio
El calor casi asfixiante, de la canícula madrileña ha sido el mudo protagonista de la aburrida sesión de Bolsa de ayer.Los rostros congestionados, los cuellos desabrochados, las corbatas colgantes a mitad del pecho y los frecuentes gestos para secar los gruesos goterones de sudor producidos por la elevada temperatura que reinaba en el salón de contratación, a la que se sumaba el uso de la obligatoria chaqueta, compusieron el decorado en el que, con evidente decaimiento, se subastaron las distintas acciones, obligaciones y fondos públicos.
El comportamiento del mercado fue el lógico en estas fechas. Como el martes se habían producido notables, ajustes al alza en algunos valores, de entre los que destacaban Hidrola y Telefónica, ayer se produjeron los correspondientes reajustes a la baja, y los osados se veían obligados a corregir sus cambios cediendo posiciones. No obstante, después de hora, la calma resultaba absoluta, e incluso se observaron algunas peticiones, de escasa entidad, para algunas eléctricas.
En el sector bancario tampoco varió gran cosa el panorama. El Banesto y el Popular se apuntaron discretas mejoras, administrando prudentemente los restos compradores que arrastraban de días anteriores. Los otros cinco del grupo de los «siete magníficos» se contentaron con repetir, y los cierres se realizaron con una discreta mayoría de posturas vendedoras.
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