Seis personas muertas y otra herida al estallar la bodega de un buque frigorífico en los astilleros sevillanos
Seis trabajadores muertos y otro gravemente herido, con quemaduras de segundo y tercer grado en el 60% del cuerpo, es el balance del del accidente ocurrido a mediodía de ayer en la factoría de Astilleros Españoles de Sevilla, al estallar una bolsa de gas formada en el interior de la bodega del buque congelador Frigosia, de 4.000 toneladas. Anoche proseguían las labores de rescate de los seis cadáveres que quedaron atrapados entre las llamas, labores que resultaron extremadamente difíciles debido a la intensa humareda. A primera hora de hoy habían sido extraídos cuatro cuerpos.
En el momento de producirse la explosión, los siete trabajadores afectados se hallaban colocando lastre con hormigón en las bodegas del Frigosia, para lo cual se habían retirado previamente los revestimientos de poliuretano, poliester y madera. La formación de la bolsa de gas, que presumiblemente originó la catástrofe, aún no ha podido ser explicada por la empresa, cuyas primeras impresiones aseguran que el estado actual de la bodega -llena de espuma y agua y con los cadáveres todavía en su interior- indica la existencia de un soldador que pudo facilitar alguna fuga. Posteriormente, la chispa de un cigarrillo o la producida por un martillo al caer al suelo sobre la chapa, o cualquier otra causa; habría sido la causante.Como último testimonio antes del accidente, los directivos de Astilleros manifestaron que los obreros solicitaron permiso al encargado para iniciar los trabajos con herramientas, a lo que se les respondió negativamente, dado que aún no habían concluido los trabajos de retirada de capas protectoras de la bodega, altamente inflamables. «Lo que ocurrió después», añadieron los directivos, «lo desconocemos y lo único cierto es que se produjeron las explosiones».
Las víctimas que todavía permanecían atrapadas en la bodega son Juan Trimiño Pérez, de 38 años, casado y con cinco hijos; Fernando Rodríguez Góngora, de 37 años, casado y con cuatro hijos, Carlos Alfaro Jiménez, de veintiséis años, casado, sin hijos; Juan José Ceberiño Barroso, de treinta años, casado y sin hijos; Antonio García Romero, 44 años, viudo, con tres hijos, y Jorge Moret Pimentel, de veintisiete años, casado y con dos hijos. Todos ellos, al igual que el herido, Miguel Sánchez Iquierdo, pertenecían a la empresa auxiliar ITASA, eran técnicos en instalaciones y montajes de equipos frigoríficos y se hallaban rectificando el calado de las bodegas del Frigosia, buque construido en los astilleros sevillanos para la empresa madrileña Transmar, SA.
Se da la circunstancia de que momentos antes del siniestro salió de la bodega una séptima persona para realizar un recado, y un octavo empleado de ITASA no acudió ayer al trabajo.
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